martes, 26 de mayo de 2009

Intuición y razón

Un breve fragmento de la entrevista "Sobrevivo al sida, y el arte me certifica que sigo vivo":

-En este tiempo añadido mi vida está siendo más rica e intensa que antes. He aprendido a atender más a mi intuición que a mi razón..., ¡y me equivoco menos que antes!
-¿Desconfía de su razón?
-En tu razón están las voces de la conveniencia social, de los padres, de los otros... Y en tu intuición está tu voz.

Han Nefkens, activista artístico, presidente de la Fundación ArtAids, entrevistado por Víctor-M. Amela en La Contra de La Vanguardia del 21-Mayo-09.

12 comentarios:

molinos dijo...

Elvira, sin duda primero Todo cuanto amé. La Montaña Mágica es durilla eh.

Elvira dijo...

Pues voy a ver dónde lo puse, igual empiezo por éste.

Montse dijo...

Atender a lo que dicta tu corazón es bueno, pero no infalible. Puedes salir herido igualmente, pero por lo menos sabes que has hecho lo que sentías.

Elvira dijo...

No tengo claro que el corazón y la intuición sean lo mismo, Montse. Pero sí, de alguna forma has de estar de acuerdo contigo misma, aunque puedas equivocarte.

giovanni dijo...

Es cierto que en la razón están las voces de la conveniencia social, de los padres, de los otros... Pero no solo eso. Están también las voces del debate analítico y social, para nombrar dos ámbitos que valen la pena explorar.

Y tu voz (la tuya y la mía) no está sólo en la intuición. Está también en la razón.

Sin razón tendríamos muchos (más) problemas a nivel de grupo (a nivel social -- que incluye todos los aspectos de las ciencias sociales).

Tengo simpatía por la posición de Han Nefkens pero, por otro lado, veo los peligros de su dicotomía. Lo ideal es cuidar ambos aspectos de tu personalidad y así cuidar y preservar la paz interna y externa (con los demás y ellos con nosotros).

Un saludo

Elvira dijo...

Me parece que tu argumento está perfectamente expuesto y estoy de acuerdo, Giovanni. Yo desde luego valoro mucho la razón, no sólo la intuición, y no me gustan especialmente las dicotomías "o esto o aquello", prefiero sumar: "esto Y aquello".

Lo que sí es cierto es que a mí me han ido mejor las cosas cuando, despues de analizar con la razón los pros y los contras de una opción, he escuchado en serio a mi intuición, e incluso le he dado la última palabra. Sin despreciar lo que la razón había aportado al "debate interno", todo lo contrario.

Un saludo

Sra de Zafón dijo...

¡Qué entrada y qué conversación más sugerentes!

Yo quiero aportar a esta entrada una palabra que a mí me ha dicho mucho sobre el "misterio" de la intución: Eurística.

Creo que muchas veces confundimos intución con deseos y muchas más dicotomizamos todo. Es una herencia lógica del pensamiento dualista y de la cultura oscurantista.
Nos han enseñado que lo que nos dice "el corazón" no es racional y por ello no tiene moral, ni sentido de ser. El corazón nos hace exclavos, cómodos y perversos, la razón nos hace humanos...

Me surgen varias preguntas:
¿A qué llamamos corazón, a los deseos o a la intuición?
¿Podemos afirmar que tras "los pensamientos racionales" no están gran parte de nuestros emociones, deseos y miedos?
¿Podemos afirmar que tras "la intución" no se esconden los mismo fantasmas?

Nuestro organismo es un todo y, por supuesto nuestras inteligencias dependen de todo él, por más que nosotros no lo percibamos así y creamos que lo que entra directamente al inconsciente es menos válido, a la hora de ser utilizado para nuestro bien y el bien comunitario, que lo que hemos aprendido conscientemente.
Todo está ahí y gracias a nuestra naturaleza todo lo aprovechamos, para bien y para mal. Lo aprendido conscientemente y lo aprendido inconscientemente.
¿Cuántos pensamientos llamados racionales nacerán por pura intuición, por más que luego los elaboremos, analicemos, etc.?

La razón está mucho más pringada de creencias y prejuicios de lo que queremos creer.
Es más, en ejercicios de pensamiento lógico puro muchas veces se llega a las mismas conclusiones que se ha llegado antes con la intuición, ¡con gran sorpresa por tener que abandonar "nuestras verdades conscientes" llamadas racionales!

¿Cuántas veces llegamos a la solución de un problema lógico sin tener ni idea de cómo lo hicimos?

¿Cuantas veces creemos en algo, hacemos lo contrario y si lo analizamos con lógica pura y dura encontramos que hemos hecho lo más conveniente?


Jugar a pensar lógicamente aparcando nuestras emociones y creencias, o lo que es lo mismo "parando de vivir para sólo pensar de modo lógico", puede llegar a sorprender muchísimo, ya que llegar inconcientemente a las mismas conclusiones que ejercitando el pensamiento lógico puro todavía nos parece algo casual, o poco serio, por estar fuera de toda lógica (conocida).
¡Curioso y simpático!

¿No será que la intuición tiene su lógica, y cómo no la sabemos descifrar nos parece fatal y echamos pestes contra ella? :-)

Mi intuición y mi razón me dicen que no deberíamos inventar batallas entre ellas, también me dicen que serían buenas hermanas si no cizañáramos tanto.

Buff, ya ves cuanto me sugiere este tema.

Muchos besos.

Elvira dijo...

Gracias por tu interesante aportación, Chusa.

"¿Cuántos pensamientos llamados racionales nacerán por pura intuición, por más que luego los elaboremos, analicemos, etc.?
La razón está mucho más pringada de creencias y prejuicios de lo que queremos creer."

Totalmente de acuerdo.

Lo que sigo sin ver claro es que corazón e intuición sean lo mismo. Hoy lo comentaba con alguien que me ha dicho que donde se ve claro que no es lo mismo es por ejemplo en temas de relación: puedes estar muy enamorado de alguien, el corazón muy encariñado con esta persona, y un sexto sentido decirte que no, y no se trata de razonamientos lógicos, sino otra cosa. Un olfato, diría yo. O sea que el corazón puede estar diciendo sí, la razón también, y algo por ahí dentro dice que no. A veces, a base de escuchar esa vocecilla, le acabas encontrando la lógica al asunto (a toro pasado), pero otras veces no.

Hay quien lo llama "la tripa" (your guts, en inglés). Hay cosas que "no se te ponen bien en la tripa". Creo que hay que escuchar muy bien. Y no es lo mismo que el hecho de que algo no te apetezca. Puede no apetecerte y ponérsete bien por dentro.

Seguro que la intuición tiene su lógica. Yo sigo con eso de escuchar a todas las partes de nuestro ser que nos hablan, y aprender a reconocer voces interiorizadas pero que no son nuestras. Son como si se hubiera grabado en una cinta interna algo que nos contaron y con lo que quizá nunca estuvimos profundamente de acuerdo, pero lo creímos (por la "autoridad" que tenía o le concedimos a la persona que nos lo inculcó).

Bueno, la cosa da mucho de sí. Muchos besos

Sra de Zafón dijo...

No, no, yo tampoco creo que el corazón y la intución sean lo mismo. Tal y como utilizamos a veces la palabra corazón yo la asocio más a emociones.
Tu ejemplo es clarísimo. Y sí, esto da mucho de sí...

Besos

Elvira dijo...

Seguiremos rumiando lentamente, como hacen las vacas. :-)

Besos

Io dijo...

Lo malo es que tardemos tantos años en empezar a confiar en la intuición.

Se nos debería enseñar en los colegios, desde pequeñitos.

Un besazo.

Elvira dijo...

En situación de grupo es un poco más difícil de enseñar, pero creo que los padres podemos hacer un gran papel en este tema.

Besos