"En don Alberto descubrí la enorme elegancia del que sabe oír e incita a hablar, cosa que en España era una rareza, alguien que te incitaba a descubrirte a ti mismo. Ésa fue una de las bases de su labor en la Residencia." José Ángel Valente
Lo angustiosamente apremiante era formar una clase directora consciente, leal e informada. Esta labor respondía plenamente a mi vocación, y me entregué por entero a ella.
Posteriormente, en unos terrenos cedidos por el Ministerio de Cultura, se construyó un edificio que sería la nueva sede de la Residencia de Estudiantes (bautizada por Juan Ramón Jiménez como "la Colina de los Chopos" en 1915), y los antiguos edificios pasaron a ser la sede para la recién creada Residencia de Señoritas. Durante los próximos años, muchos hombres bien conocidos hoy fueron a vivir y estudiar en la Residencia. Entre ellos se encontraban José Moreno Villa, que fue “tutor” y ayudante en la dirección, Federico García Lorca, Luis Buñuel, Salvador Dalí, Severo Ochoa, Grande Covián, Bal y Gay, Emilio Prados y Gabriel Celaya. Otros amigos de Jiménez Fraud y afines al proyecto, como Miguel de Unamuno y Antonio Machado, también se alojaban en La Residencia cuando visitaban Madrid.
Su matrimonio con Natalia Cossío selló su relación con la Institución Libre de Enseñanza. Debido al golpe militar de Primo de Rivera en 1923, hubo varios problemas políticos en la Residencia como visitas inesperadas de inspecciones y acusaciones que los residentes eran radicales. En estos tiempos dificiles es cuando se crearon el Comité Hispano-Inglés (fundado por la Residencia en colaboración con el Duque de Alba y el embajador de Inglaterra Sir Esme Howard) y la Sociedad de Cursos y Conferencias, que celebraban sus actos –las famosas conferencias de tantos y tantos personajes célebres– en el salón de la Residencia. Esto supuso una ayuda para la supervivencia y, al mismo tiempo, la Residencia se convirtió en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad en cuanto a actividades culturales celebradas en Madrid. Pero siempre siguió siendo una residencia de estudiantes. Eso sí, los estudiantes alojados se beneficiaban de todos estos actos ya que, por celebrarse en su “casa” asistían gratuitamente a ellos, si querían hacerlo, sin necesidad de pagar la cuota de socios.
1936, Guerra Civil española: “La Residencia, que se encontraba en plenos cursos de verano para extranjeros, consigue la inmunidad diplomática de las embajadas inglesa y norteamericana, que cuelgan sus banderas hasta que los estudiantes extranjeros puedan volver a sus países.” (*)
Alberto Jiménez marchó a Francia y posteriormente a Inglaterra donde ejerció la docencia en Cambridge y Oxford. Cuando terminó la Guerra Civil Española en 1939, los estudiantes y antiguos residentes que no habían acabado la carrera la acabaron en otros lugares; la Residencia desapareció como tal y pasó a ser la Residencia de Profesores del nuevo Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
En 1963, ya jubilado, vuelve a Madrid por poco tiempo para ir después a Ginebra como traductor de la ONU; y allí muere el 23 de abril de 1964.
Obra:
-Juan Valera y la Generación de 1868
-Visita a Maquiavelo
-Historia de la Universidad Española:
1. La ciudad del estudio (1944)
2. Selección y Reforma (1944)
3. Ocaso y restauración (1948)
-Residentes. Semblanzas y recuerdos, Madrid: Alianza, 1989
Fuentes consultadas: en primer lugar quiero agradecer todos los datos facilitados por mi primo Juan Pérez de Ayala, que fue comisario de la exposición que conmemoraba el centenario del nacimiento de Alberto Jiménez Fraud, celebrada en Madrid en 1983 (Alberto Jiménez Fraud y la Residencia de Estudiantes); también he extraído información de Wikipedia, y la cita (*) procede del catálogo de la mencionada exposición, página 17.
Alberto Jiménez Fraud era hermano de mi abuelo. Apenas le conocí, yo era una niña cuando murió. Pero a su mujer, Natalia Cossío, la conocí muy bien. Tita Natalia era cultísima y muy amena, y recuerdo que cuando estaba en nuestra casa en Barcelona yo le ayudaba a ordenar las fichas para la nueva edición del libro de su padre sobre El Greco. Cuando fui a estudiar inglés a Londres me alojé en su casa, y me encantaba escuchar sus historias sobre los residentes: Dalí, Buñuel, García Lorca y otros. A veces le leía el periódico en voz alta y ella me corregía la pronunciación.
Su hija, Natalia Jiménez de Cossío, es una de mis tías favoritas: una artista guapísima con la que se puede hablar de todo. Sus cuadros alegres llenan las paredes de su piso en Madrid, y tiene una gracia especial para decorar hasta los rincones más insospechados de la casa, donde a otros sólo se nos ocurriría poner trastos o maletas. I LOVE YOU!
2 comentarios:
Me encanta la foto que has puesto de tío Alberto!! Y a tía Natalia también le gustará, ya sabes que ella le da mucha importancia a la imagen.Tenemos que encontrar bonitas fotos de las dos natalias. Con los comentarios sobre ellas estoy totalmente de acuerdo. Aunque salgo como Fernando, soy Mabel
Hola Mabel: Me alegro de que te guste lo de las Natalias, tú que las conoces tan bien. La foto la tenía mi madre en su casa. Un beso
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