jueves, 10 de septiembre de 2009

Edward Hopper: Ventanas de noche

Ventanas de noche (1928), de Edward Hopper, The Museum of Modern Art, New York.

Aquí en Nueva York nadie baja el estor de la ventana y se puede ver todo lo que pasa en las habitaciones del edificio de enfrente. Comprendo que hace mucho calor, y la verdad es que tiene su gracia ver cómo esa chica organiza sus cosas en la habitación, con ese camisón rosa que lleva. Está muy blanca, eso sí, le convendrían unos días de playa. Parece estar esperando a alguien, me gustaría que me esperase a mí. ¿Y qué me impide buscar un poco de compañía y salir? Podría llamar a Rose, está en la ciudad. Pero aquí estoy, fascinado con esa chica, y yo no tengo una pierna rota, como James Stewart en La Ventana Indiscreta. Yo no tengo excusa. Soy un mirón.

32 comentarios:

Elvira dijo...

Aunque el cuadro es del año 1928, creo que podría ser una escena actual. Por eso me he permitido citar La Ventana Indiscreta que se filmó en el año 1954.

Cristina dijo...

"Me dijo que no estaría en casa y mírala, ahí está, acicalándose como hace mucho que no se acicala para mí..."

Elvira dijo...

Y se acicala para otro...

Tus contribuciones son cortas pero potentes, Cristina. En una frase lo dices todo, una historia condensada. Me gusta tu estilo. :-)

Cristina dijo...

Jaja, Elvira. Gracias, pero mis frases cortas para Hopper son pura casualidad: si hay algo que no es lo mío es la condensación (basta mirar a mi blog).

Elvira dijo...

Pues será una facultad tuya que no conocías y que Hopper ha despertado. :-)

Cristina dijo...

Hopper, que hace milagros :)

Merce dijo...

Hola Elvira, gracias por tu halagador comentario :) Estuve mirando tu blog y tienes unas etiquetas que me encantan, Mike Olfield, Eric Clapton, Dire Straits, Pink Floyd... y por supuesto tambien todas las citas que tienes recopiladas. Enhorabuena tienes un bonito, bonito rincon :)

Saludiños

Elvira dijo...

Hola Merce: Bienvenida y gracias por tus palabras. Saludos

molinos dijo...

Se cree que no le he visto.
Ya me dijé en él el día que me enseñaron el piso, allí de pié delante de su ventana con la taza en la mano mirando por la ventana hacia aqui.

Sé que mira, pero no sé si me ve o tiene la mirada perdida en alguien que estaba aqui antes que yo.

Por si acaso me ve..pondré el culo en pompa.


:)

Elvira dijo...

Jajajajajaja! ¡Qué bueno! Eso seguro que no se me habría ocurrido. Qué picarona ella. ¡Gracias, Molinos!!

Beatrice dijo...

"Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones..."
Machado

Hopper: un genio de la pintura.

Jesús Cabezón dijo...

Hopper es magnífico. Me encantan sus escenas de interiores, de soledad, de silencios, pero también sus paisajes.

Elvira dijo...

Hola Beatriz: ¡qué oportunos estos versos de Machado! Muchas gracias.

Elvira dijo...

Hola Jesús: a mí también. Si te apetece ver marinas y cuadros de faros, dale a la etiqueta de Hopper debajo de este post, pues hice dos entradas.

Pilar en Córdoba dijo...

Una puerta abierta invita a entrar, una ventana encendida en la oscuridad invita a mirar, claro que sí.

No es que yo sea un mirón, es que desde mi cama es la única imagen que tengo delante de mis narices: esta chica hermosota trasteando de un lado a otro de ese cuarto, y con el calor que hace...

a ver si termina ya con el trajín que tiene, apaga la luz y me deja dormir¡¡¡ ;)

Elvira dijo...

Bueno, bueno, señor que mira, no disimule usted, que le está gustando lo que ve. :-)

Gracias por tu historia, Pilar. También me ha gustado mucho, especialmente eso de que "una ventana encendida en la oscuridad invita a mirar". Pues es verdad, si no quieres que te miren, bajas el estor o corres las cortinas, aunque haga calor.

Mi cuarto se ilumina de noche en verano con la luz de las ventanas del edificio de enfrente, y eso que no lo tengo demasiado cerca.

Saludos

Pilar en Córdoba dijo...

es una de las ventajas de vivir en el campo, si quieres sólo te ilumina la luz de la luna¡¡¡

y además no hay mirones (tal vez los buhos, jajaja)

es un gustazo no tener que preocuparse de quién pueda estar observando...

besos

Elvira dijo...

Tienes toda la razón, Pilar. Me gusta el ulular de los búhos. Besos

El Doctor dijo...

¿No están acaso en las ventanas americanas del pintor Edward Hopper algunas de las mejores películas de Alfred Hitchcock, que nunca dejó de mirar los Estados Unidos con una mirada de forastero que observa lugares y costumbres siempre ajenas a él, exóticas en su cotidianidad? ¿No fue Nabokov con Lolita quién inventó una América de moteles y carreteras de la que aún se nutre buena parte de la narrativa americana contemporánea?
Es esa mirada,mi queridísima Elvira,esa mirada de apátrida que lo ve todo con ojos de extrañeza,y nos da la iluminación que otros no pueden ver.Dijo una vez Kipling:"¿Qué saben de Londres la gente que no ha salido nunca de Londres?".

Besos y un fuerte abrazo.

Elvira dijo...

Pues quizás mi asociación no fue tan fortuita. Yo sabía lo de la casa de Psicosis, pero no había caído en que Hitchcock hubiera podido inspirarse de nuevo en Hopper para La Ventana Indiscreta.

Me ha interesado muchísimo tu comentario, querido Francisco. La mirada del forastero es nueva, no da nada por supuesto, como les sucede a los que han nacido en un sitio.

Besos y un fuerte abrazo

El Doctor dijo...

Bueno,según Montaigne,la costumbre anula nuestra percepción.Cuando vive toda la vida en el mismo lugar,damos por asentada muchas cosas.Si nos tenemos que desplazar a un lugar,vamos al grano,es decir,que automáticamente llegamos al lugar sin haber observado los pequeños cambios de nuestro trayecto,cuando todo está en movimiento y en constante cambio.Nos perdemos ese don de la observación.Sin embargo para las personas que no son de ese lugar están más atentas.Bueno,no todas,evidentemente.Hoy los turistas que arrasan los lugares desconocidos les pasa un tanto de lo mismo.Es curioso;hay escritores que nunca dejaron su ciudad y nunca pararon de escribir sobre ellas con una riqueza asombrosa;Francisco Umbral en Madrid,James Joyce en Dublín,Paul Auster en Brooklyn,etc.Yo vivo desde toda mi vida en Vilafranca y tengo escrito en mis cuadernos aguafuertes de esta provincia,cuando todos sus habitantes parece ser que dan por acabada esta ciudad que no es la misma cada semana.

Elvira dijo...

A las personas muy observadoras como tú no se les anula la capacidad de percepción con la costumbre. Como dices, al conocer el lugar a fondo se pueden apreciar los pequeños cambios. Pero la mayoría de miradas "dan por conocido" un lugar y ya no se fijan más. Creo que a mí me pasan las dos cosas, depende del momento o del tema. Observo mucho los cambios de las estaciones en las plantas, pero ciertos edificios ya conocidos y poco admirados... reconozco que no los miro atentamente a mi paso. Prefiero no hacerlo.

Tus cuadernos deben ser muy interesantes. Besos

El Doctor dijo...

Tienes razón,depende del estado en el que te encuentres,la sensibilidad del día,etc.Creo que esa capacidad de observación es innata.Es como el pensar o reflexionar.Hoy pensar le dicen rayarse,cuando para mí es todo un placer,un estado del alma.Las cosas no se buscan,aparecen de por sí,y es poque existen personas muy receptivas.Siempre he pensado que los poemas no se escriben,no se inventan;están ahí dándo vueltas esperando de que alquien los capture.

Elvira dijo...

Es que hay un pensar rico, y un "pensar" que es como un disco rayado, dar vueltas una y otra vez a lo mismo sin que el proceso lleve a ninguna parte. Al segundo sí que lo llamaría yo rayarse, pero es que se ha extendido la crítica al pensamiento fecundo, y a ése no renuncio yo por nada.

Es cierto, la inspiración es así muchas veces, da la sensación de que te has abierto, como husmeando el aire, y te has encontrado con eso. Es muy curioso. :-)

El Doctor dijo...

-Buenos días- dijo el principito.
-Buenos días-dijo el mercader.
Era un mercader de píldoras perfeccionadas que aplacan la sed.
Se toma una por semana y no se siente más la necesidad de beber.
-¿Por qué vendes eso?-dijo el principito.
-Es una gran economía de tiempo-dijo el mercader-. Los expertos han hecho cálculos.
Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
-Y, ¿qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?
-Se hace lo que se quiere...
-Yo -se dijo el principito-, si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar caminaría muy lentamente hacia una fuente.
El principito.

Te cito este cuento maravilloso porque está repleto de observaciones muy agudas.El principito está siempre preguntando a los adultos,pero descubrimos que es él el que posee esa vieja sabiduría.
Mi querida Elvira,y todo esto a partir de un cuadro de Hopper.,pero no es el cuadro,sino dos personas que departen a raíz de él.La vida es inabarcable para las personas que gustan conversar a la antigua usanza.

Siempre es un placer conversar contigo,mi querida amiga.

Besos y un gran abrazo.

Elvira dijo...

No recordaba ese pasaje del Principito, me ha encantado, gracias por traerlo aquí. Quizás lo relea cuando acabe La Montaña Mágica (me está gustando mucho... es curioso pero muchas veces me encuentro riéndome al leer ciertos pasajes, aunque no pretendan ser cómicos).

Hopper nos inspira, desde luego, pero a los que nos gusta conversar sacamos tema de donde sea. Y lo mismo digo, siempre es un placer conversar contigo, querido Francisco.

Besos y un fuerte abrazo

El Doctor dijo...

En otro momento te comentaré mi opinión de la gran novela de Mann.Estoy trabajando y debo plegar ¡ya!.La montaña mágica marca el fin y el principio de una época,pero paro ya que me conozco y en cuestiones literarias no hay quien me pare.

Ahora sí que te dejo,muy a mi pesar,Elvira.Que tengas un buen dia y buena lectura.

Besos,besos,muchos besos.

Elvira dijo...

Me alegro de que ya salgas del trabajo, bieeen, aunque no me alegro de poner fin a nuestra charla.

Me interesará mucho saber tu opinión sobre La Montaña Mágica, aunque quizás nos regales una entrada de las tuyas, ¿no? Espero leer lo que nos quieras contar cuando ya haya acabado la novela, así lo sabré valorar mejor.

Muy buen día para ti también, guapo!! Muchos besos

Io dijo...

- Venga, deja de mirar y vámonos ya, vámonos ya, vámonos ya! Ya tenemos el dinero. Ya tenemos las joyas. No hemos entrado aquí para esto!

- Sólo un segundo, por favor. Deja que le vea el rostro. Me acabo de enamorar...

Snif, qué romántico :)

Besos de madrugada.

Elvira dijo...

Un ladrón enamorado, jaja! ¡Qué original! Gracias, Io! Besos

Kinezoe dijo...

Yo también pensé en "La Ventana Indiscreta" al ver esta pintura... Me fascinan esos enormes ventanales.

Un abrazo.

Elvira dijo...

Hola Kine: En muchísimas películas americanas me sorprende eso de que no cierren las puertas con llave ni bajen las persianas. Cualquiera puede espiarte o meterse en tu casa. ¡Qué poca gracia!

Un abrazo