sábado, 15 de agosto de 2009

Edward Hopper: Habitaciones junto al mar

Habitaciones junto al mar (1951), de Edward Hopper, Yale University Art Gallery, New Haven.

Ahora mismo me encantaría salir de mi casa y encontrarme justo esto: el mar. Me daría una zambullida impresionante.

14 comentarios:

El Doctor dijo...

Uno de mis pintores favoritos.Su luz, su estática,sus personajes que parecen mirar hacia un punto concreto y que nosotros no tenemos acceso.Solitarias en habitaciones con las maletas sin deshacer,en cafés solitarios y nocturnos,casi irreales,quizá sean las motivaciones interiores de unas historias rotas.Interiores de trenes de arquitecturas imposibles.Estaciones desoladas,casas vacías que abren puertas a la mar,más casas vacías que te brindan una puerta abierta,que no es otra cosa que una trampa más de nuestra percepción de la realidad.Cuenta Hopper que de niño solía viajar en la trasera del coche de su padre y quedaba prendado del paisaje huidizo y fugaz.Creo que todos sus cuadros tienen algo de eso;dan la impresión que son imágenes vistas por un niño a través de la trasera de un coche.
Me encanta esas carreteras desoladas con gasolineras y moteles remotos.Esos personajes que encierran una historia secreta y que no hablan entre ellos y miran a ese vacío infinito que es una vida no consolidada.

Besos y un fuerte abrazo.

Elvira dijo...

Hola Francisco: es que es muy bueno, aunque yo no hace tanto tiempo que lo descubrí. La soledad aparece de una manera u otra en todos los cuadros suyos que he visto. Es interesante eso que cuentas, sí que da esa impresión. Pero ese niño debía ver también lugares repletos de gente, y sin embargo las imágenes que se le grabaron fueron de desolación o soledad.

Podría escribirse una historia a partir de cada cuadro, sugieren muchas cosas.

Besos y un fuerte abrazo

Io dijo...

Qué maravilloso juego de luz y color! Fíjate que no ha necesitado pintar una panorámica del mar para que se adivine toda su magnitud y su grandeza en ese resquicio que deja ver la puerta.

Pues yo sí que podría darme un bañito en el Mediterráneo ahora mismo, pero con el temporal de levante y la resaca me expongo a aparecer en Túnez. Y sin pasaporte. Así que mejor lo dejo para otro día.

Besos.

Elvira dijo...

Jajaja! Pues mejor no, desde luego. Qué pena tenerlo delante y no poder disfrutarlo. Pero podrás disfrutar del olor a mar, me entusiasma.

Sí, el cuadro es sencillo pero muy expresivo, ese resquicio de mar es genial. Besos

leo dijo...

Me gusta mucho Hopper, ¿no te parece un poco inquietante este cuadro?

Elvira dijo...

Pues comprendo que te parezca inquietante, es extraño, desde luego, pero me gusta mucho y con estos calores predomina en mí la sensación de "qué gusto zambullirse en ese mar". Un beso

Sra de Zafón dijo...

a mi también me parece inquientante, y además frio, pero aún así me gusta.

Elvira dijo...

Estamos de acuerdo. :-)

Anónimo dijo...

Vaya con la Universidad de Yale. Al igual que la de Princeton, tiene una galería con fondos de estudiantes ricos que es de quitar el hipo... Besos, hermosa. Gracias por la magnífica pintura.

Elvira dijo...

Es que eso de los mecenas está muy bien. Me parece genial que los ricos se gasten su dinero en obras sociales, primero, y en arte, después. Besos, guapa

Kinezoe dijo...

¡Este es fantástico! Una puerta abierta al mar... Y esa luz penetrando en un determinado ángulo... La soledad de la habitación... Las tonalidades de color empleadas... Espléndido!! :-)

Me encanta Hopper. Disfruté mucho con este recorrido a la inversa, de más reciente a más antiguo... Jeje... Seguiré atento a las entradas.

Un fuerte abrazo, Elvira.

Elvira dijo...

Sí, es fantástico!! Pues paséate cuanto quieras por esta casa, Kine. Me alegra que lo hayas disfrutado.

Un fuerte abrazo

Rodolfo dijo...

Cuando dices que podría escribirse una historia,a partirse c/cuadro, te cuento que si Hopper me fascina entre otras cosas es xq me tienta elaborar una historia a partir de una pregunta ingenua que me asalta,: ¿ que esta pensando, que está mirando....y así, y me hago esas preguntas y me elaboro una historia que habitualmente es distinta a la anterior... .

Elvira dijo...

Es verdad, Hopper nos inspira a imaginar historias, y eso está genial.

Saludos, Rodolfo!