Diente de león (Taraxacum officinale). Fotografía: Elvira Coderch.
Ver los molinillos con las semillas en esta entrada.
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Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
7 comentarios:
Esta flor me encanta, pero más me gustan las semillas en el aire.
Un beso.
Por estos lares, cuando eramos pequeños, se las llamaba "meacamas" y se decía que si las tocabas, pues eso... La verdad, que nunca le pasó nada a nadie y eso que lo creíamos a pies juntillas. Aquí la sugestión no debía funcionar.
Conociais esa leyenda? Y a qué puede deberse? Porque no creo que sean toxicas ni nada,por el estilo para que nos quisiera alejar a los niños de ellas.
Un saludo
Hola Chomp: las semillas tienen mucha gracia, tan etéreas. Todos las hemos soplado alguna vez, supongo.
Hola Margarita: sí, en francés y en catalán también se las llama así. Supongo que es debido a sus propiedades diuréticas. :-)
Besos!
¿Qué haríamos sin ellas?
Por cierto...paseandome por tu blog, sí no me había dado cuenta ya por la alergia que tengo y por los árboles y flores que me rodean, desde luego...aquí...ha llegado la primavera!!! Besos!!!
¡Feliz Primavera, María! Y que las alergias te sean leves. Besos
¿Por qué se llama diente de leon?
Creo que porque las hojas son muy dentadas.
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