Erodium manescavii. Fotografía: Elvira Coderch.
Este geranio crecía silvestre por el césped del Jardín Botánico de Ginebra.
Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
8 comentarios:
Qué delicada y qué libre.
Besitos.
La nerviación es impresionante.
Delicada, libre y con personalidad! Y muchos nerviossss, jaja!
Besos a las dos
muy bonita parecen pétalos de papel y el color divino.
Esta, este geranio sí que creo que se llevaría bien conmigo..., gracias por fotografiarle..., es como una mariposa disfrazada de flor..., para comprobar la estática...
Felisa
Sí, el color es divino, Marisol.
Hola Felisa: una mariposa... pues sí, tiene algo del esplendor de sus alas.
Besos a las dos
Sería silvestre, pero tu le has dado categoría de pieza única.
¡Gracias, Jesús! Es que destacaba entre el verde del césped.
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