Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
lunes, 20 de septiembre de 2010
Dorothea Lange: Abuelas
Caroline's kitchen (1939)
Grandmother (1939)
Don't stop believing (1936). Fotografías de Dorothea Lange.
Hola Enric: y las huellas de las expresiones tantas veces repetidas. En la segunda predomina un cierto cansancio y tristeza, a la vez que dulzura. En la última determinación y quizás genio. La primera parece haber tenido una vida dura sin haberse amargado por ello.
Hola Añil: yo a los que no conocí fue a mis abuelos varones. Me habría encantado.
Hola Cristina: ahora ya se van viendo señoras mayores con caras muy operadas y me dan una angustia...
Estupendas las fotos de Dorothea Lange. ¡Qué expresividad! Pienso que te pueden interesar también (si no las conoces) las fotos de Eugeni Forcano de la Barcelona de los años 60 que se exponen estos días en el Arxiu Fotogràfic de Catalunya. Sus personajes son también fascinantes, y las fotos evocan a la perfección la Barcelona pequeña, pobre y bastante sucia de la época.
No conozco a la fotógrafa, compa Elvira (bueno, no conozco, como bien sabes, casi nada de ese mundo), pero te puedo asegurar que las imágenes son impresionantes: te apenan, te interrogan, te encogen el alma. Se hace duro, aun con la distancia insalvable del tiempo y el medio, mirarles a la cara de manera directa... Un abrazo y buena semana.
¡Magníficas fotografías! Ellas son así, las abuelas del mundo, con su mirada perdida, dignas sus arrugas que no disimulan el paso el tiempo que han vivido.
¡Las caras de los tiempos transcurridos!
ResponderEliminarYo no tuve abuelas, bueno apenas las conocí, quizás por eso me resultan tan atractivas y entrañables sus caras llenas de vida.
ResponderEliminarUn beso
¡Y que la gente se ponga botox! No lo entiendo.
ResponderEliminarHola Enric: y las huellas de las expresiones tantas veces repetidas. En la segunda predomina un cierto cansancio y tristeza, a la vez que dulzura. En la última determinación y quizás genio. La primera parece haber tenido una vida dura sin haberse amargado por ello.
ResponderEliminarHola Añil: yo a los que no conocí fue a mis abuelos varones. Me habría encantado.
Hola Cristina: ahora ya se van viendo señoras mayores con caras muy operadas y me dan una angustia...
Siempre me han impresionado los rostros de la edad, ¡hay tanta historia en ellos!
ResponderEliminarBesos
Cuanto han cambiado los tiempos!!! Las fotografias son puro arte...
ResponderEliminarBiquiños
Ah!!!! me recuerdan a un personaje de Capote. La dulzze anzziana que cambiaba wiskhy al enorme indio Jajá.
ResponderEliminarEpoca de treinta tartas de trufas. El pequeño Buddy y ella hazziendo tartas en el otoño.
"Cerezzas y cidras, jenjibre y vainilla y piña hawaiana en lata, pacanas y pasas y nuezzes y whisky...
Y montones de harina, mantequilla, muchísimos huevos, espezzias, esenzzias"
Rezzeta según el pequeño Buddy en Cuento de Navidazz, Truman Capote.
Me vino a la memoria al ver las fotos.
Caperuzzita Recordando al Indio Jajá
oh! qué fuerza! qué hermosura!
ResponderEliminarqué dulzura!
besos*
Estupendas las fotos de Dorothea Lange. ¡Qué expresividad! Pienso que te pueden interesar también (si no las conoces) las fotos de Eugeni Forcano de la Barcelona de los años 60 que se exponen estos días en el Arxiu Fotogràfic de Catalunya. Sus personajes son también fascinantes, y las fotos evocan a la perfección la Barcelona pequeña, pobre y bastante sucia de la época.
ResponderEliminarPara mí la primera es la de la expresión más resignada de todas, quizás por ser negra y tener que tragar con tanto absurdo.
ResponderEliminarLa segunda parece mirar a la cámara de la fotógrafa pensando algoa sí como, pobrecilla sabe dios lo que le deparará la vida...
La terceera, parece molesta con el sol, pero compasiva con la juventud de la mujer que le hace la fotografía.
Así lo leo yo desde aquí ...
Besos
-Hola Isabel: a mí también, aunque algunos me atraen y otros no.
ResponderEliminar-Hola Merce: se notan mucho los años que han pasado desde entonces, es verdad.
-Hola Caperuzzita: me encanta el ambiente que has creado con tu comentario. Tendré que leer ese cuento.
-Hola Rayuela: hermosa fuerza de años vividos con entereza.
-Hola Elena: muchas gracias por la información, a ver si me paso por la exposición, seguro que me gustará.
-Hola Chusa: Yo a la tercera le veo un gesto algo duro, no sé.
Besos a todas
No conozco a la fotógrafa, compa Elvira (bueno, no conozco, como bien sabes, casi nada de ese mundo), pero te puedo asegurar que las imágenes son impresionantes: te apenan, te interrogan, te encogen el alma. Se hace duro, aun con la distancia insalvable del tiempo y el medio, mirarles a la cara de manera directa... Un abrazo y buena semana.
ResponderEliminarTampoco pretendía acongojaros, Manuel. Pero es que son tan buenas las fotos...!!!
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana
Cuantas historias habran vivido esas caras, mas de las que imaginamos
ResponderEliminar¡Magníficas fotografías!
ResponderEliminarEllas son así, las abuelas del mundo, con su mirada perdida, dignas sus arrugas que no disimulan el paso el tiempo que han vivido.
Un besito.
Qué importante la labor de las abuelas, sino que me lo digan a mí,que esta mañana he ido a por mi peque al cole!!! y cómo me ha gustado!!!
ResponderEliminarHola Odel: al menos tantas como arrugas hay en sus caras.
ResponderEliminarHola Montse: dicen que la arruga es bella, pero a mí no me gusta descubrirme una, la verdad. Coquetería. :-)
Hola Adelaida: y con lo guapo que es tu nieto... :-)
Besos a las tres
Estas fotografías me recuerdan a "Las uvas de la ira".
ResponderEliminarTengo que ver esa película de John Ford, que si la vi fue hace tanto tiempo que no la recuerdo.
ResponderEliminarLas fotografías son sencillamente geniales.
ResponderEliminar¿Verdad? :-)
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