Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
Con los ojos ella te mira, con la boca mira hacia la izquierda y hacia adentro. Es solo la primera impresión. Otra primera impresión es que vi la cara de una vaca... Bonito el año, 1900, y el título.
Qué preciosidad!, cuando era cría era absoluta fan de Casas, tuve la suerte de que mi padre me llevara siendo una canija a una exposición que hizo la Caixa en Madrid con carteles y -supongo- cuadros suyos aunque de los cuadros , la verdad, no me acuerdo. Sé que aquel día me enamoré de él, y no me equivoqué. Qué elegancia siempre en sus poses, incluso cuando son mujeres medio despanzurradas por el cansancio o el abatimiento. Es que me encanta, vamos!
precioso¡¡¡ los azules son geniales... también el verde del lazo en el sombrero... pero lo que más atrapa es la mirada lánguida tan oscura... y ¿no parece que tiene el pelo muy enmarañado?? besos
El sombrero es estupendo. Yo veo el pelo un poco suelto, coquetamente caído, más que enmarañado. Los moños muy apretados no son nada atractivos, ¿no crees? Bueno, rectifico: las bailaoras de flamenco pueden estar guapísimas con un moño bien recogido en la nuca. Son la excepción, creo.
Por fins pude volver a sacar la cabeza y descubrir cuantas preciosas sugerencies me habia perdido en estas semanas. Los cuadros de casas son maravillosos. Ese realismo, en ocasiones con leves toques impresionistas... irresistibles vamos. Resulta fascinante una visita a la casa que tuvo en el Monasterior de Sant Benent de Bages (Monsanbenet) para ver "in situ" uno de los lugares donde trabajó.
Yo, lo de la pintura, en general, compa Elvira, cogidito por los pelos; así que, en ese capítulo, vengo aquí más a aprender y a disfrutar que a otra cosa (y ambas dos cosas consigo, te lo puedo asegurar...). El cuadro sí que impresiona, sí; la cara de la mujer me recuerda a la de las muñecas de porcelana de la época, no demasiado expresiva, aunque no por ello deja de imponer. En cuanto al cojín, yo no veo una vaca, veo un cerdo. No sé si debo dejar de mirar, o abandonar mi afición al Rioja de gama baja...
Un cerdo, jajaja! Bueno, bueno, de verdad que lo que menos me esperaba es la conversación a la que ha dado pie este cuadro.
Yo la veo como cansada y un poco pasmada por el mismo cansancio, pero no me parece que sea una cara inexpresiva de por sí. Parece una mujer con personalidad. Es curioso lo que vemos cada uno.
He estado varias veces a punto de comprarme en el Vips un libro de Casas, pero nunca lo he hecho. A ver si me animo, porque me gusta, sobre todo (si no me equivoco, como dibujante).
Era un gran dibujante y retratista, no te equivocas, no. Pero algunos de sus óleos me entusiasman. Si el libro está bien, anímate a comprarlo (o que te lo regalen en estas fiestas, ¿no?).
Con los ojos ella te mira, con la boca mira hacia la izquierda y hacia adentro. Es solo la primera impresión. Otra primera impresión es que vi la cara de una vaca...
ResponderEliminarBonito el año, 1900, y el título.
Un beso
¿La cara de una vaca? Jajaja! ¿Dónde la ves? A mí me parece que sus ojos no miran "a la cámara", sino hacia el frente y hacia abajo.
ResponderEliminarVeo que te gusta el año y el título. A mí me gusta el cuadro. :-)
Un beso
Me gusta el cuadro y, además, me gustó el año y el título (que es un poco anormal). Vi la cara de vaca en el cojín.
ResponderEliminarQué preciosidad!, cuando era cría era absoluta fan de Casas, tuve la suerte de que mi padre me llevara siendo una canija a una exposición que hizo la Caixa en Madrid con carteles y -supongo- cuadros suyos aunque de los cuadros , la verdad, no me acuerdo. Sé que aquel día me enamoré de él, y no me equivoqué. Qué elegancia siempre en sus poses, incluso cuando son mujeres medio despanzurradas por el cansancio o el abatimiento. Es que me encanta, vamos!
ResponderEliminarUn besote gordo. El cuadro me lo llevo! ^_^
En cuanto a la mirada de sus ojos, tienes razón. Mi primera impresión era que ella me miraba, jaja.
ResponderEliminarAnda, pues tienes razón, Giovanni, en el cojín empiezo a ver la vaca yo también, jajaja! Me alegra que te guste el cuadro.
ResponderEliminar¿O sea que te miraba a ti, eh? :-)
Fantástico, Elvira. Gran estilo, tonalidades de ensueño. Aunque con un punto "manierista" que no sé si pone o quita.
ResponderEliminar¿Verdad, Femme? ¡Que suerte que tu padre te llevara a ver cosas tan bonitas! A mí también me enamoran muchos de sus cuadros, es muy elegante. Besos
ResponderEliminarHola Juan Luis: Sí que lo es. Creo que a mí no me sobra nada en el cuadro, me encanta tal cual.
ResponderEliminarEl azul es fascinante, envuelve el ambiente y hace sentir un aire limpio en la escena.Los blancos son únicos
ResponderEliminarPrecioso
Mira esto si te apetece:
http://pincelyburil.blogspot.com/2008/08/interior-al-aire-libre.html
Hola Pilar: acabo de visitarte, me ha gustado mucho tu entrada.
ResponderEliminarSí, este azul es fascinante. :-)
precioso¡¡¡
ResponderEliminarlos azules son geniales... también el verde del lazo en el sombrero...
pero lo que más atrapa es la mirada lánguida tan oscura...
y ¿no parece que tiene el pelo muy enmarañado??
besos
El sombrero es estupendo. Yo veo el pelo un poco suelto, coquetamente caído, más que enmarañado. Los moños muy apretados no son nada atractivos, ¿no crees? Bueno, rectifico: las bailaoras de flamenco pueden estar guapísimas con un moño bien recogido en la nuca. Son la excepción, creo.
ResponderEliminarBesos
Ramón Casas? LO conozco? ;-) jajaja
ResponderEliminarMe parece que sí, jajaja!
ResponderEliminarPor fins pude volver a sacar la cabeza y descubrir cuantas preciosas sugerencies me habia perdido en estas semanas. Los cuadros de casas son maravillosos. Ese realismo, en ocasiones con leves toques impresionistas... irresistibles vamos. Resulta fascinante una visita a la casa que tuvo en el Monasterior de Sant Benent de Bages (Monsanbenet) para ver "in situ" uno de los lugares donde trabajó.
ResponderEliminarHola Araceli: El cuadro de Julia en ese monasterio es una preciosidad. Yo no lo he visitado nunca.
ResponderEliminarYo, lo de la pintura, en general, compa Elvira, cogidito por los pelos; así que, en ese capítulo, vengo aquí más a aprender y a disfrutar que a otra cosa (y ambas dos cosas consigo, te lo puedo asegurar...). El cuadro sí que impresiona, sí; la cara de la mujer me recuerda a la de las muñecas de porcelana de la época, no demasiado expresiva, aunque no por ello deja de imponer. En cuanto al cojín, yo no veo una vaca, veo un cerdo. No sé si debo dejar de mirar, o abandonar mi afición al Rioja de gama baja...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buena semana.
Un cerdo, jajaja! Bueno, bueno, de verdad que lo que menos me esperaba es la conversación a la que ha dado pie este cuadro.
ResponderEliminarYo la veo como cansada y un poco pasmada por el mismo cansancio, pero no me parece que sea una cara inexpresiva de por sí. Parece una mujer con personalidad. Es curioso lo que vemos cada uno.
Un abrazo y buena semana!
He estado varias veces a punto de comprarme en el Vips un libro de Casas, pero nunca lo he hecho. A ver si me animo, porque me gusta, sobre todo (si no me equivoco, como dibujante).
ResponderEliminarEra un gran dibujante y retratista, no te equivocas, no. Pero algunos de sus óleos me entusiasman. Si el libro está bien, anímate a comprarlo (o que te lo regalen en estas fiestas, ¿no?).
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