En esta página he encontrado más fotos de la Casa de la Cascada, de Frank Lloyd Wright. "Diseñada entre 1934-1935 y construida durante 1936-1937 en Pnnsylvania, Fallingwater fue la casa de campo para Edgar Kaufmann, su esposa Liliane y su hijo Edgar Jr." (Leer más aquí).
Nunca había visto fotos del interior de esta casa y me han parecido muy curiosas. Debe ser maravilloso poder vivir tan cerca de la naturaleza. Un abrazo
ResponderEliminarHola Aleste:
ResponderEliminarAunque sea mucho más espectacular así, para vivir preferiría estar cerca de la cascada que encima.
Sí, hay una foto del exterior que es la que más ha ciculado, la más conocida; otras del exterior no se han visto mucho, y las del interior muy poco. Hay rincones muy interesantes. Un abrazo
La escalera-biblioteca me ha dejado loca.
ResponderEliminarSin lugar a dudas es espectacular y vivir en plena naturaleza es un gran privilegio, pero, y poniéndome prosaica, ¿te imaginas para limpiar todo eso?
Buen fin de semana, querida Elvira.
Hola Leo: Muchísimo trabajo, desde luego. Pero esos señores debían ser muy ricos. He visto en los planos de la entrada anterior la vivienda del servicio (servant wing).
ResponderEliminarBuen fin de semana, guapa!
En la carrera, hice un trabajo sobre esta casa y empecé por lo típico que todo el mundo conoce, la curiosidad de la ubicación y la integracion con la naturaleza. Al estudiarla y estudiarla me di cuenta de que era una casa pensada para vivir, incluso en las fotos aparece agradable y confortable. Cómoda.
ResponderEliminarEs una sensación que rara vez tengo ahora cuando veo en los suplementos de arquitectura las fotos de algunas casas supeustamente "diseñadas" para vivir. Siempre me parecen frias, distantes e incómodas.
Hola Molinos: sí que tiene rincones muy confortables, pero yo imagino la terrible humedad y el ruido constante, y no me gustaría.
ResponderEliminarLa mejor alabanza que me han dicho nunca de las casas que diseñó mi padre es que gustaban a las amas de casa, que estaban muy pensados los detalles que te hacen la vida más cómoda, que eran acogedoras. Es lo principal.
Uff, vaya caserón! No me gustaría ser el encargado de tener que limpiar todo eso... Al final, para que tanto, si seguro que la mitad de las cosas luego ni se usan y no hacen más que coger polvo, jeje...
ResponderEliminarLa verdad es que no pega nada en ese magnifico entorno natural, pero estos ricos hacen lo que quieren, donde quieren y cuando quieren, no?
Saludos
La vivienda irrumpe en la naturaleza cobrando un gran protagonismo, lo que pasa es que es un diseño muy interesante. Como norma general yo prefiero las viviendas que se adaptan a la naturaleza, que intentan no molestar, pasar desapercibidas o adaptarse, dejando que lo importante sea el entorno más que la casa. Pero aquí el arquitecto apostó fuerte.
ResponderEliminarYo tampoco querría limpiar esa casa, menudo trabajazo.
Saludos
Desde luego, la casa por dentro es tan exttraordinaria como por fuera ¡increíble!
ResponderEliminarYo no me preocuparía por pasar el plumero, que para eso ya está el servicio...¡los que viven en casas así no pasan plumero, sino que firman cheques con plumas de oro!
¿Y vive alguna familia en esta casa o tan solo está de museo?
Yo propongo que me paguéis el viaje y me voy a pasar unos días allí para comprobar "in situ" el estado de conservación de esa casa y luego os lo cuento, jeje.
Hola Montse: pues yo también me lo pregunto, si vivirá alguien o estará solo de museo. Ni idea.
ResponderEliminar¡Mírala ella! Jajaja! Si cuela, cuela, ¿no?
Creo que debe ser muy relajante vivir en una casa así, naturaleza, relax y como es natural económicamente sin probemas. Uff que suerte tienen algunas personas... Un abrazo
ResponderEliminarHola Doris: yo no creo que me relajara vivir encima de una cascada, mucho movimiento debajo y mucha humedad. Pero es una casa increíble. Un abrazo
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