Flor y fruto del tomate (Solanum lycopersicum). Fotografías: Elvira Coderch
A la puerta de un restaurante he visto esta tomatera creciendo en una jardinera. Tiene gracia la idea. Otras veces he visto otras matas allí plantadas, pero no pude resistirme a fotografiar el tomate. Si lo veo maduro más adelante, lo traeré para acá.
¡No sabes Elvira, cuanto me gustan las flores de los huertos! Hace poco paseando encontré el huerto de un vecino lleno de flores de patata, aquí suelo verlas de color blanco, pero en medio había unas hileras con flores de color morado y alguna rosa. Quedé embobada con el ataque estético del paisano.
ResponderEliminarBesos
Imaginé que te pararías junto a la tomatera, Chusa! Hace un tiempo tenían una mata con flores blancas con pintas moradas. No sé de qué hortaliza se trataba. Otro día entro y pregunto. :-)
ResponderEliminarBesos
Me tienes bien calada, jajajajaja!
ResponderEliminarBesos
Que bien Elvira, tú pones el tomate y yo pongo el jamón y cualquier día de estos merendamos todos, jeje.
ResponderEliminarLa pena es que ya no hay tomates como los de antes, ahora son muy bonitos pero no saben a tomate, verdad?
Saludos
Hay que ir buscando, Ramuol, algunos son muy dulces y sabrosos. Pero desde luego no está relacionado con la apariencia.
ResponderEliminarY falta el pan, para hacer pan con tomate y jamón, ¡qué rica merienda!
Saludos
Otro beso, Chusa!
ResponderEliminar¡Qué tomate con tan buena pinta! Nosotros el año pasado tuvimos un montón de tomates (que vinieron de donde las flores) pero este año no vamos a tener ni uno :(
ResponderEliminarY seguro que eran de esos que saben tan bien (es que no hay nada como los huertos caseros). ¡Lastima!
ResponderEliminarNosotros tenemos plantada una tomatera en un macetón en la terraza. En dos semanas ha crecido muchísimo, a ver si hay suerte y salen tomates.
ResponderEliminarPrimero esas florecillas amarillas, y luego los tomates. Espero que no estén maduros cuando estéis fuera de Madrid.
ResponderEliminarYo ya traeré el vino.
ResponderEliminarSaludos
¡Menuda merendola!! ;-)
ResponderEliminarY yo las aceitunas, me chiflan, me chiflan.
ResponderEliminarBesos
Me gustan todas, las negras, las verdes y las rellenas. Besos
ResponderEliminarPues sí que es simpática, si, y un buen reclamo publicitario además.
ResponderEliminarNo sabía yo que las flores del tomate eran amarillas, qué gracia, vamos, es que directamente no pensaba que tuviera flores.
^_^
Son muy chiquitas, nada vistosas, pero así ampliadas se ven mejor.
ResponderEliminarOye!! el pan con tomate y anchoas de l´Escala también está muy bueno... :-)Un abrazo
ResponderEliminarJa,ja. Fenme sabe de plantas menos que yo.
ResponderEliminarNIña ¿Como van a salir los tomates si no hay flor?
Un beso divertido
Sí, Javier, pero dan una sed...!! Pero venga, añadámoslas a la merienda, ya beberemos más si hace falta! Un abrazo
ResponderEliminarJaja, debe haber sido un lapsus, porque en realidad femme sí que sabe mucho de plantas, Luna.
ResponderEliminarBesos
Si os cuento lo mio... ni me he fijado antes en la flor, solo he visto el tomate, pero está muy verde para sucar en el pan.
ResponderEliminarYa me está entrando hambre, me voy a cenar otra vez.
Un beso a todos los que no tenemos ni idea de tomates
Pues eso, cuando esté maduro, si lo pillo con mi cámara, me traigo una foto y la cuelgo. Para la merienda virtual, que cada vez está más suculenta.
ResponderEliminarBona nit!
Ahhhh... Es que en la imagen parecían grandotas, modelo tomate... jajaja
ResponderEliminar^_^
Por eso hay que avisar... :-)
ResponderEliminarMi padre(jubilado)pasa las tardes en su huerto y yo voy a verle cuando tengo el estado de ánimo por los suelos.Él me habla con orgullo de sus tomates,pimientos,etc.,y es entonces cuando la vida cobra una sencillez abrumadora.Vuelve el abejorro a zumbar,los aromas se perfilan en mi psicología marchita,y en el estaque una rana saltarina disfruta de los últimos rayos de estío del atardecer.
ResponderEliminar-¿Que te pasa Paco?-me pregunta mi padre.
-Nada-le respondo.Y me pongo a pensar lo que no debo decirle,es decir,cuantas cosas he creído saber y al final siempre termino aquí,junto al abrevadero,a la parra,al canto de la cigarra o el aroma de esos tomates frescos.
Besos y un fuerte abrazo.
Me parece precioso que te reconforte tanto ir a ver a tu padre en su huerto.
ResponderEliminar"Y me pongo a pensar lo que no debo decirle,es decir,cuantas cosas he creído saber y al final siempre termino aquí,junto al abrevadero,a la parra,al canto de la cigarra o el aroma de esos tomates frescos."
Si yo fuera tu padre, me encantaría que me explicases eso. Las cosas simples de la naturaleza reconfortan y calman de una manera que todos nuestros libros no conseguirán nunca.
Parecía que te estaba viendo, lo has descrito muy bien.
Besos y un fuerte abrazo