viernes, 12 de junio de 2009

Carl Larsson: Cena para dos

Cena (1905), de Carl Larsson.

14 comentarios:

  1. La emociones que provoca Larsson son sencillas y maravillosas. Sabe colarse por las rendijas y revolver la ternura y hacernos desear los pequeños placeres, como te decía ayer.
    Creo que es el gran retratista de placeres cotidianos, algo a lo que soy adicta.
    Además viendo este cuadro me apetece tener más niños, jajajajaja.
    Besos.

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  2. Igual tu marido me regaña por ponerlo, jajaja!

    Sí, los pequeños placeres. A veces hay que reeducar la mirada para poder disfrutar de más cosas, porque si vamos sólo mirando al frente, nos perdemos todo lo que hay a los lados del camino.

    Besos

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  3. Que va, jajajajaa, más bien al revés, el que tiene siempre ganas de tener terneritos por todo el prado es él, :-) Yo sólo me conmuevo de vez en cuando pero enseguida se me pasa :-)

    Besos

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  4. Mejor, así no habrá regañinas. :-)

    Besos

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  5. Es bonito mirar, ver y recrearse en las cosas pequeñas.
    Elvira ¿Donde se puede mirar las medidas del cuadro?
    Será una manía, me gusta saberlo.
    Besos a todos

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  6. Hola Luna, no tengo ni idea, lo siento. Ya me cuesta bastante encontrar el año del cuadro, y mucho el museo donde está (en este caso no lo sé).

    No los imagino muy grandes, por eso de que son acuarelas. Besos

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  7. jajaja, a ver si ahora entra, decía que cada vez que veo el cuadro : me sorprende ver que la cria """""lleva auriculares"""""
    jajjaja
    Si ya se que no los lleva, pero es que a mí me lo parece , vez tras vez. Es un efecto óptico curioso, y que no me lo saco de la cabeza.


    Un besoteeeeeeeeeeeeeeeee

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  8. Ahora sí, femme!

    Anda, pues es verdad, esos "lazos" o lo que sea parecen auriculares o "cascos" (yo los llamaba así) de los antiguos.

    Besos!!

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