Salvia officinalis. Fotografía: Elvira Coderch.
-Desde que hay hombres el hombre se ha alegrado demasiado poco: ¡tan sólo esto, hermanos míos, es nuestro pecado original! Friedrich Nietzsche
-No me abandona, siempre está a mi lado
la sombra de haber sido un desdichado. Jorge Luis Borges
-Competimos por ver quién sufre más. Lisa Appignanesi
-Si no podemos ser a los que mejor les va nos gusta ser a los que peor les va. Si no podemos ser los más felices nos gusta ser los más sufrientes. Si no podemos tener lo mejor, escogemos pensar que siempre nos toca lo peor. Jorge Bucay
-El dramatismo implica sentirse más importante que los demás. La autoimportancia es autodestrucción. Luis Muñiz
-Mientras que a veces exageras una herida, en otras ocasiones no te dejas saber que algo te hirió porque tal vez eso no entra en tu idea de la situación. Eva Pierrakos
-No son buenos los extremos, aunque sea en la virtud. Santa Teresa de Jesús
-Cada actitud extrema es una huída del yo profundo. Eric Hoffer
-Cuando un sentimiento se exagera, la facultad de razonar desaparece. Gustave Le Bon
-Cuidado con la tristeza, es un vicio. Gustave Flaubert
-Hay quien adquiere la mala costumbre de ser infeliz. George Eliot
-En Rusia hay un dicho: una sola cucharada de amargura puede arruinar un cubo de miel. Cada uno de nosotros tenemos dentro esa amargura y yo procuro apartarla de la miel, así que cuando no estoy bien me aíslo, no quiero trasmitir mi desánimo. Me voy a mirar el mar, a recuperar mi equilibrio. Alexander Zelentsov
-El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías. Fedor Dostoievski
-Cada mañana hay que hacer el esfuerzo de ser optimista, porque si no la vida fácilmente te convierte en cínico. Creo que la alegría es una actitud fundamental. Cada día hay algo nuevo que descubrir y eso me gusta mucho. Dominique de Courcelles
-Jovialidad: una actitud de apertura, de afrontar con ánimo, con resistencia y con gozo los mundos que se nos ofrecen cada día. Rafael Argullol
-¿Tiene usted algún consejito de higiene mental?
-A menudo la gran diferencia en nuestras vidas la marca el modo en que nos tratamos a nosotros mismos.
-¿En qué sentido?
-Creo que demasiadas veces somos demasiado severos juzgándonos. Cuando fracase admítalo en seguida, pero dese en seguida también otra oportunidad. Torsten Wiesel, entrevistado por Lluís Amiguet
-Si estás pasando por una situación realmente difícil o incluso circunstancias horribles, por favor no te maltrates cuando estés hundido. Ken Wilber
-De todos los males, los más dolorosos son los que se infringe uno mismo. Sófocles
-La crítica que más daño nos hace es la que refleja nuestra propia autocondena. Hugh Prather
-Necesitas más energía para destrozarte a ti mismo que para construir un poquito de felicidad. Jiddu Krishnamurti
-No te condenes por tus sentimientos. Hugh Prather
-Nuestro primer deber es no odiarnos a nosotros mismos. Swami Vivekananda
-Hoy miraré todo lo lejos que he llegado en lugar de mirar todo lo lejos que todavía he de llegar. No es cometiendo un error sino permaneciendo en ese acontecimiento pasado como mi mente queda destrozada. La autocensura no es virtuosa, ni humilde ni honesta. Hugh Prather
-...no basta con querer, a cualquier precio, mirar cada uno su verdad. Lo importante es la calidad de la mirada. Théa Schuster
-La benevolencia hacia uno mismo es esencial en los momentos difíciles. Guy Corneau
-Controlamos compulsivamente las emociones oscuras cuando no tenemos la capacidad de tolerarlas… Demasiado control de este tipo acaba produciendo el efecto contrario: la explosión emocional… Yo lo llamo efecto bumerán emocional. Miriam Greenspan
-Todos mis libros tratan de la segunda oportunidad, de si es posible empezar de nuevo en la vida.
-¿Y es posible?
-Lo es si aprendes a hacerte menos daño a ti mismo, si no las cosas se repiten y se repiten. A menudo, cuando ya crees saber lo que es la vida, te ves obligado a inventarte una vida diferente para poder sobrevivir. Eugenia Rico, entrevistada por Ima Sanchís
-Cuando se vive en la dificultad lo primero que hay que aceptar es que se vive en la dificultad, que ésa es la realidad. Y después no exigirse más de lo que pueda asumirse... Cuando un niño está enfermo, o cuando tiene una pena, no es el momento de pedirle que haga una proeza. Usted lo acuesta y se ocupa de él para que mejore. Pues bien, igual hay que hacer con uno mismo. Théa Schuster
-He aprendido algo importante: a tenerme a mí, antes no me tenía. Mísia
De todos los males, los más dolorosos son los que se infringe uno mismo (Sófocles).
ResponderEliminarEsta frase es la que más me ha gustado, aunque las demás son muy buenas y ciertas.
En ocasiones uno puede ser su peor juez. La buena noticia es que también podemos ser buenos amigos de nosotros mismos.
ResponderEliminarAy,la madurez.Dice el gran poeta Jorge Guillén:"Sí,tu niñez ya fábula de fuentes."
ResponderEliminarSinceramente no se que pensar sobre la madurez,mi querida Elvira.Digamos la verdad:¿Qué significa verdaderamente este moralismo de convertirse en adulto?Y,aún admitiendo que sea posible convertirse en adulto,¿qué se hace cuando se consigue?
Creo que hoy vivimos,como diría Milan Kundera:"una infantocracia",que no es lo mismo que la persona que no olvida el niño que fue.Con lo que no puedo,y lo digo de verdad,es con la infantilización del mundo adulto,es decir,de todos aquellos que se aprovechan de su supuesta madurez y de su supuesta infantilización.
Besos y un fuerte abrazo.
¿Quizás la madurez es un reconocimiento de quienes somos, con nuestros aspectos infantiles incluidos? A mí me gusta mantener algunos aspectos de la niña que fui (y sigo siendo), pero como tú no llevo bien la infantilización de los adultos.
ResponderEliminarYo creo que está bien, llámalo madurez o como quieras, conocerse lo más posible y asumir nuestros actos y sus consecuencias. ¿Moralismo? Yo lo llamo una forma sana de relacionarse, sin echar tu "basura" encima de otros. Si cada uno asume más o menos lo suyo, los de alrededor van más ligeritos, ¿no?
Besos y un fuerte abrazo
Desde luego,mi querida amiga.Hay que saber educar nuestras lacras y carencias,eso sería para mi una cierta madurez.Tienes toda la razón del mundo.Cuando llegamos a nuestros amigos,a nuestra pareja,somos como un barco a la deriva,pero esas personas no tienen ninguna culpa de nuestros naufragios.Todos deberíamos de implicarnos en ello para volver a navegar,aunque solo sea por la orilla.
ResponderEliminarBesos.
Sí, volver a navegar, aunque sea en una balsa hecha con los restos del naufragio.
ResponderEliminarVuelvo a citar una frase que me encanta y ya salió en este blog: "Algunas veces, la tarea del artista -y de toda persona- es la de averiguar cuánta música podemos hacer con aquello que nos queda." Itzhak Perlman
La historia de este violinista me inspira.
Besos