José Agustín Goytisolo, a quien tantos echamos de menos, era un gran poeta y un gran amigo. Él y sus hermanos Juan y Luis eran/son primos de mi padre (tres hermanos: tres escritores), pero al único que he conocido y tratado es a José Agustín, tan cariñoso y de conversación tan ágil, interesante, aguda y entretenida. Su mujer, Asunción Carandell, sigue siendo una buena amiga (un beso, Ton!). La primera dedicatoria es del libro A Veces Gran Amor, y la segunda de Novíssima Oda a Barcelona, (Editorial Lumen).
Compañera sin nombre
En seguida te escondes
compañera sin nombre.
Subiendo te me escapas
dueña de cumbres altas.
Cuando bajas te pierdo
burladora del viento.
Y en el río te entregas
como si no quisieras.
(A Veces Gran Amor)
Eso, Elvira, ¡te mereces tanto que te quieran!
ResponderEliminarEmocionada, ¿verdad?, cada vez que vuelves a leer esas líneas.
Sí, me emociona mucho y me recuerda el cariño que nos teníamos. Lo quería tener presente, "invitado" en mi casa de internet.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Juanjo.
Qué grande José Agustín. Qué pena su trágica partida. Pero siempre está hí, respirando entre páginas. Qué suerte la tuya. Gracias por traérnoslo. Besos.
ResponderEliminar(Por cierto, como sé que te gusta, dejé música de Monteverdi en mis Victorias; espero que la disfrutes).
Gracias a ti, Ana. Sí, es verdad que sigue ahí, respirando entre páginas, como bien dices.
ResponderEliminarAhora mismo me paso a escuchar a Monteverdi. Besos.
A mí me siguen gustando y sorprendiendo tus "conexiones" familiares.
ResponderEliminarGracias por tu visita, Cristina. ¿Qué tal por los madriles?
ResponderEliminarLos madriles pasaron a la velocidad de la luz, pero estuvieron muy bien :)
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