Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
miércoles, 17 de mayo de 2017
Amapolas en mi jardinera
Amapolas. Híbridos de Papaver rhoeas: Shirley poppies. Fotos: Elvira Coderch
Hola Tracy: pues sí. Mi hija compró por encargo mío unos sobres de flores melíferas (que atraen a las abejas) en Kew Gardens, en Londres. En uno de los sobres salían enumeradas las plantas de las que había semilla, pero en el otro no decía nada, y me he encontrado con estas preciosas amapolas. Cada día se abre una nueva, me alegran las mañanas.
¡¡Qué bellezones!! Son preciosas. A mí también me gustan mucho. Por cierto, estando en Tromso (Noruega), descubrí las amapolas azules. Algún día tienes que ir allí, te gustará su jardín botánico. Es libre y especial... Un abrazo gigante.
¡Qué bellas tus amapolas!... Mantengo un tubérculo hace un par de años. Sólo aparecen sus hojas fuertes. Creo que si las apresuro no llegarán a ser tan lindas como las tuyas. Abrazos.
Yo no sabía que las amapolas tuvieran tubérculos. Las sembré con semillas diminutas, y creí que no duraban más de un año. ¿No se tratará de otra planta?
¡He confundido lirio con amapola! ¡Qué enorme equivocación! Ni siquiera tomé en cuenta que una clase de lirio es propiamente el lilium, el cual llega a Chile, el mismo lilium que obsequio a mi señora el día 13 de cada mes, pues nos casamos un 13 de Marzo hace 41 años. Es decir, mi confusión fue mayor todavía. Si me borras del listado de admiradores lo entenderé. Gracias.
Pero si son silvestres... ¿se pueden plantar?
ResponderEliminarEs mi planta favorita.
Hola Tracy: pues sí. Mi hija compró por encargo mío unos sobres de flores melíferas (que atraen a las abejas) en Kew Gardens, en Londres. En uno de los sobres salían enumeradas las plantas de las que había semilla, pero en el otro no decía nada, y me he encontrado con estas preciosas amapolas. Cada día se abre una nueva, me alegran las mañanas.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Qué brillo, finura y delicadeza!
ResponderEliminarUna alegría, igual por eso, algo efímera.
Abrazos.
Hola Isabel: sí, especialmente la primera, ¿verdad? Un abrazo y gracias por la visita!
ResponderEliminar¡¡Qué bellezones!! Son preciosas. A mí también me gustan mucho. Por cierto, estando en Tromso (Noruega), descubrí las amapolas azules. Algún día tienes que ir allí, te gustará su jardín botánico. Es libre y especial...
ResponderEliminarUn abrazo gigante.
Ay, sí, las he visto en fotos. Creo que un año de estos voy a comprar semillas y plantarlas. Se ven preciosas.
ResponderEliminarOtro abrazo grande para ti, guapa!
me gusta lo silvestre
ResponderEliminartiene más alma
más colores
Hola Recomenzar: sí, lo silvestre tiene mucho encanto.
ResponderEliminarSaludos!
¡Qué bellas tus amapolas!... Mantengo un tubérculo hace un par de años. Sólo aparecen sus hojas fuertes. Creo que si las apresuro no llegarán a ser tan lindas como las tuyas.
ResponderEliminarAbrazos.
Yo no sabía que las amapolas tuvieran tubérculos. Las sembré con semillas diminutas, y creí que no duraban más de un año. ¿No se tratará de otra planta?
ResponderEliminarAbrazos, Vicente!
¡He confundido lirio con amapola! ¡Qué enorme equivocación! Ni siquiera tomé en cuenta que una clase de lirio es propiamente el lilium, el cual llega a Chile, el mismo lilium que obsequio a mi señora el día 13 de cada mes, pues nos casamos un 13 de Marzo hace 41 años. Es decir, mi confusión fue mayor todavía. Si me borras del listado de admiradores lo entenderé.
ResponderEliminarGracias.
Aahh, eso sí que me cuadra, jaja! Un abrazo, Vicente, y enhorabuena por esos 41 años de casados!
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