Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
miércoles, 28 de marzo de 2012
Flor de cerezo
Flor de cerezo (Prunus avium). Fotografía: Elvira Coderch.
Te cuento algo: Vivo en un pueblo pequeño. Cuando era chico lo recorría, incanzable, en mi bicicleta, de un extremo a otro. En esas recorridas, encontré "mi" rinconcito de paz a orillas del río. Durante varios años una cantidad inmensa de garzas blancas anidó en la rivera de enfrente (no recuerdo en qué época del año) y me pasaba buenos momentos con el rumor de las garzas de fondo. Esa es una vivencia de la infancia que me quedó grabada para siempre.
Ahora no existen ni el recodo aquel ni las garzas; entonces me he "inventado" un lugar ideal donde podría evocar esas sensaciones: un prado infinito de frutales florecidos (ciruelos, perales, durazneros, etc.) donde todas las tardes podría salir a caminar, palpando esos árboles y apreciando sus flores. Hasta tendría que haber algún limonero para para impregnarme de su aroma (un gusto muy personal, eh?)
Bueno... mucha palabrería!!
Tu foto es un pedacito de ese mundo ideal imaginado.
Ohhh! La delicadeza de la flor del cerezo ha quedado superada con creces con esta imagen ¡fantástica toma, Elvira!
ResponderEliminarMil besos ;)
Qué bonitas son, nunca me canso de contemplar estas flores un año y otro año...
ResponderEliminarPreciosa toma, Elvira!
Hola, Elvira!:
ResponderEliminarTe cuento algo: Vivo en un pueblo pequeño. Cuando era chico lo recorría, incanzable, en mi bicicleta, de un extremo a otro. En esas recorridas, encontré "mi" rinconcito de paz a orillas del río. Durante varios años una cantidad inmensa de garzas blancas anidó en la rivera de enfrente (no recuerdo en qué época del año) y me pasaba buenos momentos con el rumor de las garzas de fondo.
Esa es una vivencia de la infancia que me quedó grabada para siempre.
Ahora no existen ni el recodo aquel ni las garzas; entonces me he "inventado" un lugar ideal donde podría evocar esas sensaciones: un prado infinito de frutales florecidos (ciruelos, perales, durazneros, etc.) donde todas las tardes podría salir a caminar, palpando esos árboles y apreciando sus flores. Hasta tendría que haber algún limonero para para impregnarme de su aroma (un gusto muy personal, eh?)
Bueno... mucha palabrería!!
Tu foto es un pedacito de ese mundo ideal imaginado.
Saludos.-
Mirando esta foto se comprende porqué es tan fácil caer rendida ante la belleza de un cerezo en flor.
ResponderEliminarUn besito,
Me encanta la foto pero más me gustaría estar en tu jardín, jeje Besos Elvira.
ResponderEliminarHola a todos: me alegra que os guste. Sinuhe, me encanta tu historia. Gaby: no tengo jardín propio, este cerezo está en el Jardín Botánico.
ResponderEliminarBesos y buenas noches!
Hermosa fotografía Elvira, colores, fondo, bellísimas flores.
ResponderEliminarSutiles y encantadoras.
Besos!
Sí que son sutiles, Axis. Besos, guapa!
ResponderEliminarQue el tiempo sea propicio para estas flores que mañana nos darán su fruto, un futo que cuando le comemos nos olvidamos de su origen.
ResponderEliminar¡Qué ricas las cerezas!
ResponderEliminar