Bibliothèque pour enfants, Clamart, France (1965). Fotografía de Martine Franck.
Me acaban de advertir que esta foto no es de Henri Cartier-Bresson sino de su esposa, Martine Franck. ¡Muchas gracias a Conchi por corregir el error!
Me acaban de advertir que esta foto no es de Henri Cartier-Bresson sino de su esposa, Martine Franck. ¡Muchas gracias a Conchi por corregir el error!
Curiosa visión de Cartier-Bresson que mira a los niños como en una espiral infinita ¡me encanta!
ResponderEliminarUn beso.
El futuro! En aquel tiempo. Imagináte (argentino) una foto con la misma gente en avanzada edad...
ResponderEliminarBesos
Espiral de inocencia y alegria.
ResponderEliminarMaravillosa foto.
Bona nit Elvira.
Es un fractal precioso, y sugerente... Un beso, Elvira.
ResponderEliminarNo la había visto nunca. Es impresionante. La espiral que demuestra el valor de la "Ley de la divina proporción" y los niños que son casi lo único por lo que merece seguir peleando. Hasta las rayas del techo están en su sitio.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Montse: a mí también!!
ResponderEliminarHola Giovanni: a lo mejor serían menos...
Hola M. Dolors: me gusta cómo lo describes.
Hola Sir John: sí que lo es.
Hola Oscar: es impresionante, desde luego.
Besos a todos!
El ojo de un artista se ve en la originalidad del tema.
ResponderEliminarParecen caracolillos en un caracol.
ResponderEliminarBesos, Elvira
Tienes mucha razón, Tracy!
ResponderEliminarMe gusta tu imagen, Virgi!
Besos
Qué buena!! Acabo de ver algunas fotos suyas en Londres...son una maravilla. Ya tuve la oportunidad de ver algunas más en mi ciudad, hace unos años...nunca todas juntas. Esta es una maravilla!!!
ResponderEliminarBesines!!
¡Halaaaaaaa1 ¡Qué buena!!!!!!!
ResponderEliminar¡Qué envidia, María!
ResponderEliminarMuy buena, Mar.
Besos a las dos