Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
sábado, 2 de julio de 2011
Ortiga
Ortiga mayor (Urtica dioica). Fotografías: Elvira Coderch
Las desagradables ortigas tienen muchas propiedades medicinales. Podéis leer sobre ellas en esta página.
Justamente, el día 28 de este mes, hicimos un paseo por el rio Llobregat y una naturópata nos enseñó las propiedades de muchas plantes que tenemos a nuestro alrededor, entre ellas la hortiga. un abrazo
Elvira, te contaré algo. Tendría yo unos diez años y uno de mis principales hobbies era ir en bicicleta. Estaba veranenado en Jaca y mi madre y yo, decidímos ir a dar una vuelta en la bicicleta. Al lado de casa hay situada una amplia extensión de césped con una antigua Ciudadela. Allí iba yo tan contento con mi bicicleta cuando fui a caerme justo en mitad de un campo de ortigas. No pude soportar el picor. Tanto es así que esa noche no pude dormir. Desde es emomento esta plantita me dejó traumatizado. Me ha resultado curioso verla hoy aquí. Menos mal que tus fotografías no pican. Besos!
Hola Tracy: a mí también me picaron el otro día cuando me acerqué demasiado sin darme cuenta. Pero por lo visto son buenísimas para muchas cosas, ya verás.
Sí, son una metáfora de lo que es peligroso por fuera y curativo por dentro. O sea lo útil de lo que en apariencia es inútil. Da que pensar . Besos, Elvira.
Ortiga mayor (Urtica dioica). Fotografías: Elvira Coderch
Justamente, el día 28 de este mes, hicimos un paseo por el rio Llobregat y una naturópata nos enseñó las propiedades de muchas plantes que tenemos a nuestro alrededor, entre ellas la hortiga. un abrazo
ResponderEliminar¡Cómo pican!, voy a leer lo que dices a ver si consigo encontraralgo bueno de ellas.
ResponderEliminarElvira, te contaré algo. Tendría yo unos diez años y uno de mis principales hobbies era ir en bicicleta. Estaba veranenado en Jaca y mi madre y yo, decidímos ir a dar una vuelta en la bicicleta. Al lado de casa hay situada una amplia extensión de césped con una antigua Ciudadela. Allí iba yo tan contento con mi bicicleta cuando fui a caerme justo en mitad de un campo de ortigas. No pude soportar el picor. Tanto es así que esa noche no pude dormir. Desde es emomento esta plantita me dejó traumatizado. Me ha resultado curioso verla hoy aquí. Menos mal que tus fotografías no pican. Besos!
ResponderEliminarHola Doris: he leído que una vez hervidas ya pierden el ácido fórmico que les da el picor.
ResponderEliminarHola Marcos: no me extraña que no quieras verlas ni en pintura, debió ser de lo más desagradable.
Besos!
Hola Tracy: a mí también me picaron el otro día cuando me acerqué demasiado sin darme cuenta. Pero por lo visto son buenísimas para muchas cosas, ya verás.
ResponderEliminarBesos
Uyyyyy como pican y duelen!!!!
ResponderEliminarTienen muchas propiedades, pero da un poco de respeto acercarse demasiado a ellas.
ResponderEliminarPreciosas fotografías!
Besos.
Sí, son una metáfora de lo que es peligroso por fuera y curativo por dentro.
ResponderEliminarO sea lo útil de lo que en apariencia es inútil.
Da que pensar .
Besos, Elvira.
Me ha picado tantas veces que la temo y mucho.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Cuando eramos pequeños nuestro truco para que no picara era pasar sin respirar... Y funcionaba! O era solo sugestión??:$
ResponderEliminarHola Adelaida: muchísimo. Son muy traicioneras.
ResponderEliminarHola Montse: mucho respeto. Poca broma con las ortigas.
Hola Reyes: pasa con algunas plantas... y con otras cosas en la vida.
Hola Laura: a mí muchas veces no, pero ya he tenido bastante con las pocas en que me ha sucedido.
¡Qué bueno, Kingfisher! Me ha hecho mucha gracia.
Besos a todos!
Muchos malos ratos me han dado las ortigas cuando era chaval, pero hoy me merecen todo el respeto al verlas aquí.
ResponderEliminarHombre, pues muchas gracias!
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