Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
¡Qué bellísima explosión de color! gracias por compartirla, yo este año no he tenido cerca esas vides cambiantes de color a mis pies, pero en mi retina es una imagen bien guardada. Saludos.
¡¡¡Madre mia...!!! que pasada, meee encaaantan, el otoño pasado estuvimos en unos campos del somontano del Moncayo, camino del susodicho para mi búsqueda de hojas...y setas, y recogí buena cantidad para mi archivo
Estas hojas y otras que son rojizas me gustan tanto que a veces en mi mini-taller cojo una y la pongo cerca del flexo para contemplarla y me digo, no necesita nada más, es tan bella..
Está todo en ella, la vid. Hasta las uvas parecen haberse puesto de acuerdo para brindarte y brindarnos el color. Y en tu mirada para captar la belleza.
Hola Rosalía: era una explosión, realmente. Le pedí a mi hermano que parara el coche para fotografiarlas. Y luego resultó que estaban junto a un restaurante estupendo. O sea que matamos dos pájaros de un tiro.
Hola Marcos: a ver cuándo te animas a fotografiar lo que encuentras en tus paseos.
Hola Enric: sí, son unas uvas un poco tardías, no sé si eran dulces o ácidas, no las probé.
¡Gracias, María! Lo curioso es que estaban justo a otras vides cuyas hojas mantenían un color verde, tirando ligeramente a ocre.
Hola Rosa: me encanta tu entusiasmo con las hojas.
Hola María: por mí, puedes servirte las que gustes. :-)
Hola Isabel: es verdad, son unas uvas de varios colores, me llamó la atención.
Viendo esas fotos, he recordado cuando siendo chaval iba a la casa de unos tíos míos que tenían vides y me pasaba allí los días de la vemdimia, tratando de estorbar lo menos posible y ayudar en lo que podía.
¡Qué bellísima explosión de color!
ResponderEliminargracias por compartirla, yo este año no he tenido cerca esas vides cambiantes de color a mis pies, pero en mi retina es una imagen bien guardada.
Saludos.
Maravillosa y colorista esta entrada tan apetitosa. También encontré en mis recientes paseos por la montaña algunso ejemplos como éste.
ResponderEliminar¡Están para mirarlas y comérselas!
ResponderEliminarUn beso embriagado por la vid
Preciosas fotos. Qué bonitas son las vides en otoño.
ResponderEliminarUn beso
¡¡¡Madre mia...!!! que pasada, meee encaaantan, el otoño pasado estuvimos en unos campos del somontano del Moncayo, camino del susodicho para mi búsqueda de hojas...y setas, y recogí buena cantidad para mi archivo
ResponderEliminarEstas hojas y otras que son rojizas me gustan tanto que a veces en mi mini-taller cojo una y la pongo cerca del flexo para contemplarla y me digo, no necesita nada más, es tan bella..
¡Huy que me emociono!
Un racimo de besos
Parece que voy a coger una uvita!! Preciosas!! Como siempre, Elvira!
ResponderEliminarUn abrazo y buen día otoñal!! Por aquí, con colores ocres y día intempestivo...
Está todo en ella, la vid. Hasta las uvas parecen haberse puesto de acuerdo para brindarte y brindarnos el color.
ResponderEliminarY en tu mirada para captar la belleza.
Un abrazo.
Hola Rosalía: era una explosión, realmente. Le pedí a mi hermano que parara el coche para fotografiarlas. Y luego resultó que estaban junto a un restaurante estupendo. O sea que matamos dos pájaros de un tiro.
ResponderEliminarHola Marcos: a ver cuándo te animas a fotografiar lo que encuentras en tus paseos.
Hola Enric: sí, son unas uvas un poco tardías, no sé si eran dulces o ácidas, no las probé.
¡Gracias, María! Lo curioso es que estaban justo a otras vides cuyas hojas mantenían un color verde, tirando ligeramente a ocre.
Hola Rosa: me encanta tu entusiasmo con las hojas.
Hola María: por mí, puedes servirte las que gustes. :-)
Hola Isabel: es verdad, son unas uvas de varios colores, me llamó la atención.
Me alegra que os gusten. Gracias y besos!
Espectaculares.
ResponderEliminarUn beso
Viendo esas fotos, he recordado cuando siendo chaval iba a la casa de unos tíos míos que tenían vides y me pasaba allí los días de la vemdimia, tratando de estorbar lo menos posible y ayudar en lo que podía.
ResponderEliminarbellissime foto!!!
ResponderEliminar-¡Gracias, Añil!
ResponderEliminar-Hola Jesús: debes tener recuerdos muy vívidos de esas vendimias.
-Grazie mille, Sandro! Y bienvenido al blog.
Me encanta, es una parra ¿verdad? Los colores de las hojas divinos y el de la uva también. Otoño puro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Laura, una parra preciosa. Otoño puro, es cierto.
ResponderEliminarUn abrazo
Tengo muy buenos recuerdos, Elvira.
ResponderEliminarPreciosa. De bonitos que son esos tonos parece mentira sea real.
ResponderEliminarUn beso.
¿Verdad? Me pasé una media hora haciéndole fotos. Me enamoré de esos colores.
ResponderEliminarUn beso