jueves, 16 de septiembre de 2010

Robert Doisneau: La première maîtresse

La première maîtresse, Paris 1935, de Robert Doisneau.

14 comentarios:

  1. Abrazarse a los muros destrozados
    escuchar lo que tengan que decir
    dibujar el diálogo en las sombras
    y soñar y soñar y construir...

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  2. ¿No es encantador, cómo recoge el niño el calorcito del sol en la pared?

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  3. Oooooh... me ha encantado esta foto. Es adorable.

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  4. ¡Bellísimo, Enric!

    Hola NáN: encantador, me da la sensación de que la niña también encuentra protección en el muro.

    Hola Cristina: la pequeña me enternece.

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  5. Me inspira ternura y cariño. Se les ve tan solos a los dos... Preciosa fotografía. Todo un descubrimiento este fotógrafo.
    Un abrazo.

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  6. ay la chiquitita que me la como! Elvira te agregué al msn hace un tiempito (anita511....) no sé si lo habrás visto, era pa consultarte una duda!

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  7. Hola Laura: es una de las que más me gustan de él. Me alegra que te guste.

    Hola Anita: nos la comemos a medias, jaja! ¿Por qué no me escribes a la dirección de correo electrónico? Es que nunca uso el messenger.

    Un abrazo a las dos

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  8. Menuda pizarra han encontrado esos niños...
    preciosa la fotografia Elvira

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  9. Hola, Elvira. Doy otro punto de vista: quizás esta fotografía no sea posible hacerla hoy, al menos en los países desarrollados.

    Saludos

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  10. Hola Odel: antes dejé un comentario y no se grabó. Una pizarra-muro donde la mayor puede hacer de maestra de la pequeña.

    Hola José Luis: creo que tienes razón, y no por falta de muros viejos.

    Saludos a los dos

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  11. ¡Ey, dejadme un poco de la pequeña, que yo también me la como!
    La pequeñita está de dulce y en su conjunto inspira una gran ternura.

    Mi hermana mayor también quería siempre hacer de maestra conmigo ¡se ponía de un pesado!, recuerdo que no le hacía el menor caso y me ponía a jugar.
    Claro que si hubiera tenido ese muro...

    Besos.

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  12. Hola Montse: Imagínate los años que tendrá la niñita si vive, pues unos setenta.

    Hacías bien en ponerte a jugar, que con el colegio ya teníamos bastante.

    Besos

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  13. Doisneau nos deja otro testimonio de la vida cotidiana, en este caso con una enorme ternura.

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  14. Este hombre sabía captar toda clase de momentos. Un artista.

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