Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
jueves, 12 de agosto de 2010
Claude Monet: Acantilados en Pourville
Acantilados en Pourville con niebla (1882), de Claude Monet.
Ah... Pourville... Siempre un encanto ver un cuadro del maestro, y más aun si hay niebla... (aunque casi no se ve, es una luz suave que hay en Holanda incluso sin niebla o neblina). Los acantilados me dan un poco de miedo. Hace poco leí una noticia en un periódico francés sobre una fiesta y cena de jóvenes encima de un acantilaod y uno de ellos se cayó y murió...
No hace mucho salía en prensa la posibilidad de que Monet fuese el precursor de la abtración en la segunda mitad del siglo pasado, el anterior, se refiere. Dice así; La obsesión de Monet por captar el instante, siempre presente a lo largo de su trayectoria artística y agudizada en los últimos años de su vida, le llevó a desdibujar sus representaciones pictóricas para abrirse prácticamente a la abstracción. Así lo hizo en sus etéreas vistas de Londres y en los lienzos a gran tamaño de su jardín de Giverny, jardín diseñado por el artista expresamente para ser pintado. Especialmente estas obras ejercieron una extraordinaria influencia en los trabajos de los primeros creadores de la abstracción americana, pero también de la europea, como Pollock, Rothko, de Kooning, Philip Guston o Gerhard Richter.
Hola Marce: es verdad, hasta su nombre suena bien.
Estoy de acuerdo con quien escribió este artículo. Hay algunos cuadros de Londres que parecen como llamas sobre el río Támesis, y hay otros de su jardín -creo que los pintó hacia el final de su vida-, que son casi abstractos. No sabía que había influido en mi admirado Rothko.
Buenos días, sobre todo después de ver el cuadro. Lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido la frase "Rebelde sin causa"... porque mira que está ese cuadro -esa serie- llena de libertad y soltura. Monet tenía distintos registros, tratamientos o "tics" de ejecución que aplicaba según le indicaban sus modelos, los paisajes. Y aunque evolucionó con el tiempo, siempre lo hizo en una dirección estilística plural. Sus tratamientos iban desde la solemnidad pastosa y firme pre impresionista hasta la ligereza etérea y ligera que es su vibrato personal más sugertente y misterioso. Más genial. Y desde muy joven trabajó siempre en todos sus registros a un tiempo (No "época azul" y mas tarde "época rosa" sino todo a un tiempo, "regando a manta"). Uno de esos registros, el que domina esta muestra concretamente, aunque siempre le acompañó, recibió una ayuda de la medicina: Sus cataratas. Se estaba quedando ciego.
La operación satisfactoria -muy preocupante por aquellos días- le (y nos)dio dos hijos sorprendentes.
1.- Quemó al menos 80 cuadros que eran distintos a lo que él "había pintado" filtrado por sus cataratas, ante el llanto de marchantes, coleccionistas y seguidores. Todo lo que tenía guardado sufrió una criba y sólo se salvó lo que se apróximaba a estos ojos renovados, impresionables e impresionistas, etéreos y nerviosos.
2.- Le llevó a experimentar una nueva juventud cromática, estilística, viva y vibrante... ese "vibrato que siempre tuvo y volvió con más fuerza. Todo el mundo era más parecido al uso del pastel. Más libre, alegre, colorista y vistoso. Y él más sabio.
Y desde esa longitud "pastelera" nacen los nenúfares y todos estos cuadros (indultados o pintados posteriormente) tan llenos de juventud, infantilismo e ingenuidad, sabiduría y riesgo. El Monet que liberó de sombras sus ojos, también liberó su boca. La nueva sensación de VER MÁS en un hombre vitalista lo cambió en una persona que, desde su experiencia de ojos renovados, llegó a decir a Degás, el rebelde histórico de la banda: "¿Estás pintando otra vez más bailarinas de esas?". Colega pero con menos represión...
Y si desde la novedad y valentía rebelde -valores juveniles- miramos todo lo de todos los impresionistas hasta su final, el que llegó más joven a la vejez, fue nuestro Monet.
No entiendo nada de arte y menos de pintura, solo se que miro y se que me gusta y todo lo realizado por Monet no es que me guste, es que me hipnotiza :)
¡Fantástico, Chipola! Chapeau! Me ha encantado tu aportación, mil gracias!! Me encanta lo de "¿Estás pintando otra vez más bailarinas de esas?". Genial.
Hola Marce: no pasa ná. :-))
Hola Merce: si tenemos ojo fotográfico, también lo podemos tener para la pintura, ¿no? Recuerdo cuando estudiaba Historia del Arte y nos hablaban de la composición de los cuadros. Yo pensaba: es lo mismo que en fotografía. No digo que no haya diferencias, que las hay, pero una vez educado el ojo para una de las dos artes, uno puede entrar mejor en la otra disciplina.
Hola Cristina: Una maravilla. Y me sorprende lo que ya he dicho otras veces, que viendo detenidamente sus cuadros, uno por uno, les descubro el encanto mucho mejor. Piensa que tengo guardado este cuadro hace un año o así, y desde que lo he puesto en esta entrada, me gusta mucho más.
Ay,los acantilados son tan románticos.Creo que el cine le ha hecho más justicia a este tipo de paisajes tan metafóricos;fuerza,pasión,vértigo y pequeñez.
Ah... Pourville... Siempre un encanto ver un cuadro del maestro, y más aun si hay niebla... (aunque casi no se ve, es una luz suave que hay en Holanda incluso sin niebla o neblina). Los acantilados me dan un poco de miedo. Hace poco leí una noticia en un periódico francés sobre una fiesta y cena de jóvenes encima de un acantilaod y uno de ellos se cayó y murió...
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Giovanni: Es una luz matizada, yo creía que era neblina de mayor o menor densidad, ¿no?
ResponderEliminarA mí me dan mucho vértigo, pero vistos desde abajo, desde lejos o desde el mar, son preciosos.
Un abrazo
Qué colores tan especiales. Yo tengo vértigo también...
ResponderEliminarEl caracol
con su música azul
arrastra el mar.
Hayku, no recuerdo el autor :(
Hola Elvira
ResponderEliminarMe asomo fascinado al vértigo del colorido.
http://espaciosparaempezareldia.blogspot.com/2010/08/latitud-destiu-latitud-de-verano.html
hace rato estoy contemplando...
ResponderEliminarese cielo....
besos*
Hola Laura: tienes una colección de haikus estupenda, ¡gracias!
ResponderEliminarHola Emric: mejor el vértigo del color que el de asomarse al acantilado. :-)
Hola Rayuela: tiene un color divino.
Besos**
De Monet me gusta hasta su nombre.
ResponderEliminarNo hace mucho salía en prensa la posibilidad de que Monet fuese el precursor de la abtración en la segunda mitad del siglo pasado, el anterior, se refiere. Dice así; La obsesión de Monet por captar el instante, siempre presente a lo largo de su trayectoria artística y agudizada en los últimos años de su vida, le llevó a desdibujar sus representaciones pictóricas para abrirse prácticamente a la abstracción. Así lo hizo en sus etéreas vistas de Londres y en los lienzos a gran tamaño de su jardín de Giverny, jardín diseñado por el artista expresamente para ser pintado. Especialmente estas obras ejercieron una extraordinaria influencia en los trabajos de los primeros creadores de la abstracción americana, pero también de la europea, como Pollock, Rothko, de Kooning, Philip Guston o Gerhard Richter.
bon día, Elvira.
Hola Marce: es verdad, hasta su nombre suena bien.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con quien escribió este artículo. Hay algunos cuadros de Londres que parecen como llamas sobre el río Támesis, y hay otros de su jardín -creo que los pintó hacia el final de su vida-, que son casi abstractos. No sabía que había influido en mi admirado Rothko.
Bos días!
Buenos días, sobre todo después de ver el cuadro.
ResponderEliminarLo primero que me ha venido a la cabeza ha sido la frase "Rebelde sin causa"... porque mira que está ese cuadro -esa serie- llena de libertad y soltura.
Monet tenía distintos registros, tratamientos o "tics" de ejecución que aplicaba según le indicaban sus modelos, los paisajes.
Y aunque evolucionó con el tiempo, siempre lo hizo en una dirección estilística plural. Sus tratamientos iban desde la solemnidad pastosa y firme pre impresionista hasta la ligereza etérea y ligera que es su vibrato personal más sugertente y misterioso. Más genial.
Y desde muy joven trabajó siempre en todos sus registros a un tiempo (No "época azul" y mas tarde "época rosa" sino todo a un tiempo, "regando a manta").
Uno de esos registros, el que domina esta muestra concretamente, aunque siempre le acompañó, recibió una ayuda de la medicina: Sus cataratas.
Se estaba quedando ciego.
La operación satisfactoria -muy preocupante por aquellos días- le (y nos)dio dos hijos sorprendentes.
1.- Quemó al menos 80 cuadros que eran distintos a lo que él "había pintado" filtrado por sus cataratas, ante el llanto de marchantes, coleccionistas y seguidores. Todo lo que tenía guardado sufrió una criba y sólo se salvó lo que se apróximaba a estos ojos renovados, impresionables e impresionistas, etéreos y nerviosos.
2.- Le llevó a experimentar una nueva juventud cromática, estilística, viva y vibrante... ese "vibrato que siempre tuvo y volvió con más fuerza. Todo el mundo era más parecido al uso del pastel. Más libre, alegre, colorista y vistoso. Y él más sabio.
Y desde esa longitud "pastelera" nacen los nenúfares y todos estos cuadros (indultados o pintados posteriormente) tan llenos de juventud, infantilismo e ingenuidad, sabiduría y riesgo.
El Monet que liberó de sombras sus ojos, también liberó su boca. La nueva sensación de VER MÁS en un hombre vitalista lo cambió en una persona que, desde su experiencia de ojos renovados, llegó a decir a Degás, el rebelde histórico de la banda: "¿Estás pintando otra vez más bailarinas de esas?".
Colega pero con menos represión...
Y si desde la novedad y valentía rebelde -valores juveniles- miramos todo lo de todos los impresionistas hasta su final, el que llegó más joven a la vejez, fue nuestro Monet.
Ya ves mi abstracción,, es que no me fijo,, sigo adelante,, jejejej,
ResponderEliminarun beso.
No entiendo nada de arte y menos de pintura, solo se que miro y se que me gusta y todo lo realizado por Monet no es que me guste, es que me hipnotiza :)
ResponderEliminarBiquis
¡Qué colores! ¡Qué atmósfera!
ResponderEliminar¡Fantástico, Chipola! Chapeau! Me ha encantado tu aportación, mil gracias!! Me encanta lo de "¿Estás pintando otra vez más bailarinas de esas?". Genial.
ResponderEliminarHola Marce: no pasa ná. :-))
Hola Merce: si tenemos ojo fotográfico, también lo podemos tener para la pintura, ¿no? Recuerdo cuando estudiaba Historia del Arte y nos hablaban de la composición de los cuadros. Yo pensaba: es lo mismo que en fotografía. No digo que no haya diferencias, que las hay, pero una vez educado el ojo para una de las dos artes, uno puede entrar mejor en la otra disciplina.
Hola Cristina: Una maravilla. Y me sorprende lo que ya he dicho otras veces, que viendo detenidamente sus cuadros, uno por uno, les descubro el encanto mucho mejor. Piensa que tengo guardado este cuadro hace un año o así, y desde que lo he puesto en esta entrada, me gusta mucho más.
Besos a todos
Aquí se percibe muy bien la magia de Monet como la bruma marítima.
ResponderEliminarLa magia de Monet, me gusta. Beso
ResponderEliminarAy,los acantilados son tan románticos.Creo que el cine le ha hecho más justicia a este tipo de paisajes tan metafóricos;fuerza,pasión,vértigo y pequeñez.
ResponderEliminarMuchos besos.
Están muy bien esas cuatro palabras para los acantilados.
ResponderEliminarBesos desde la playa (desde arriba no)