Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
domingo, 9 de mayo de 2010
Fases
Dos rosas del mismo rosal. Fotografías: Elvira Coderch
Buenas noches, Elvira, antes de cerrar, visita,que boniiiitas es un color que me encanta,la 1ª tan fresca y la otra un poco cansadita.. Tienes una nueva admiradora a través de mi blog. Te mando la web de un fotógrafo de aquí lo conozco porque mi hijo le compuso una banda sonora para sus exposiciones.Trata el pirineo , la vida rural y mucho más, espero te guste. Besicos Rosa
Saber envejecer es una de las grandes lecciones de la vida.Prepararse para lo irremediable comporta sabiduría.Creo que antes sabíamos envejecer o morir mejor.Ahora todo el mundo quiere ser joven,dícen que se sienten jóvenes.El tema,mi querida amiga da para mucho.
Creo que a mí me asusta más el sufrimiento físico o perder la cabeza que el hecho de que se acabe la vida, pero nunca se sabe cómo va a reaccionar uno ante el final inminente.
El tiempo es subjetivo. Un amigo que se va a morir siempre dice, si le propones algo para el día siguiente (por ejemplo, un cine): "de aquí a mañana, una eternidad".
Una se manifiesta en todo su esplendor, desafiante, tentadora y la otra inspira ternura porque está algo "fane y descangallada", pero también tuvo su momento de máximo esplendor, de vitalidad y manifiesta una belleza algo marchita, pero belleza a la postre. Escéptico
Veo que la cosa va de rosas, porque yo también he puesto algunas en el mío.
Siguiendo la misma senda que otros "comentadores" añado que la rosa marchita tiene bastante más dignidad y belleza que las señoronas de tropecientos años operadas de todo.
en el mismo rosal se van sucediendo¡¡¡ la belleza de la juventud en contraste con la decadencia de la vejez¡¡¡ como dice Francisco el tema da para mucho¡¡¡ todos queremos permanecer eternamente jóvenes, pero aceptar la vida conlleva aceptar nuestro deterioro... besos jóvenes¡¡¡¡¡¡
Pues sí. Es normal que no nos guste perder facultades. Lo mejor es conservar el sentido del humor para llevarlo lo mejor posible. Ah, y buenos afectos, imprescindible.
La naturaleza, como la vida, es sabia pero también implacable. Hasta la rosa más hermosa sucumbe al paso del tiempo...más el rosal seguirá dando rosas todas las primaveras.
Luchar contra la naturaleza es inútil, así que lo mejor es llevar los años con dignidad ¡y con buen humor!, no estaremos más guapas pero nos reiremos mucho más,jajaja....
Hoy mismo he fotografiado algo parecido pero en amarillo. Es una pena que algo con tanto esplendor como en la primera fotografía pueda llegar a la última imagen tan triste. En cualquier caso la última flor está llena de sabiduría y de historias que contar, igual que una hoja arrastrada por el viento en otoño. La primera está empezando a vivir. Espléndida historia contada por imagenes Elvira.
Ay que penita me dio la segunda foto, así es la vida, el tiempo que todo lo marchita, la efímera belleza, la preciosidad de la primera foto acabará irremediablemente así.
Buenas noches, Elvira, antes de cerrar, visita,que boniiiitas es un color que me encanta,la 1ª tan fresca y la otra un poco cansadita..
ResponderEliminarTienes una nueva admiradora a través de mi blog.
Te mando la web de un fotógrafo de aquí lo conozco porque mi hijo le compuso una banda sonora para sus exposiciones.Trata el pirineo , la vida rural y mucho más, espero te guste.
Besicos
Rosa
http://www.photoshelter.com/c/chavinandez/
Ya sé que siempre digo lo mismo, pero la rosa es en sí misma un misterio, la intriga de la perfección .
ResponderEliminarQué belleza.
Besitos.
Hola Rosa: el fotógrafo que me recomiendas tiene unas fotos preciosas, muchas gracias!! Besicos
ResponderEliminarHola Reyes: en este caso no sabía si me gustaba más la rosa fané o la que estaba perfecta. Ha sabido envejecer. :-)
ResponderEliminarBesos
Saber envejecer es una de las grandes lecciones de la vida.Prepararse para lo irremediable comporta sabiduría.Creo que antes sabíamos envejecer o morir mejor.Ahora todo el mundo quiere ser joven,dícen que se sienten jóvenes.El tema,mi querida amiga da para mucho.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo.
Pues sí, es un tema importante, querido Paco.
ResponderEliminarCreo que a mí me asusta más el sufrimiento físico o perder la cabeza que el hecho de que se acabe la vida, pero nunca se sabe cómo va a reaccionar uno ante el final inminente.
Besos y un fuerte abrazo
El tiempo es subjetivo. Un amigo que se va a morir siempre dice, si le propones algo para el día siguiente (por ejemplo, un cine): "de aquí a mañana, una eternidad".
ResponderEliminarTe ha salido un perfecto Vanitas.
Tiene razón tu amigo, NáN.
ResponderEliminar"Vanitas vanitatum omnia vanitas."
Muchos bodegones de esos son muy sombríos, en cambio esta flor medio muerta tiene mucha belleza, no es nada triste.
Me alegra que te guste. Besos
Una se manifiesta en todo su esplendor, desafiante, tentadora y la otra inspira ternura porque está algo "fane y descangallada", pero también tuvo su momento de máximo esplendor, de vitalidad y manifiesta una belleza algo marchita, pero belleza a la postre.
ResponderEliminarEscéptico
Veo que la cosa va de rosas, porque yo también he puesto algunas en el mío.
ResponderEliminarSiguiendo la misma senda que otros "comentadores" añado que la rosa marchita tiene bastante más dignidad y belleza que las señoronas de tropecientos años operadas de todo.
Suscribo todo lo que dices, Jesús, exacto. :-)
ResponderEliminarHola Cristina: Muchísima más, sin comparación. Ahora voy a mirar tus rosas.
Cada un atiene su belleza, lo ideal es poder de esa belleza en el estadoen que te encuentres.
ResponderEliminarEs verdad, Odel. La primera es más esplendorosa, y la segunda me parece muy elegante.
ResponderEliminaren el mismo rosal se van sucediendo¡¡¡
ResponderEliminarla belleza de la juventud en contraste con la decadencia de la vejez¡¡¡
como dice Francisco el tema da para mucho¡¡¡
todos queremos permanecer eternamente jóvenes, pero aceptar la vida conlleva aceptar nuestro deterioro...
besos jóvenes¡¡¡¡¡¡
Pues sí. Es normal que no nos guste perder facultades. Lo mejor es conservar el sentido del humor para llevarlo lo mejor posible. Ah, y buenos afectos, imprescindible.
ResponderEliminarBesos, Pilar!
La naturaleza, como la vida, es sabia pero también implacable. Hasta la rosa más hermosa sucumbe al paso del tiempo...más el rosal seguirá dando rosas todas las primaveras.
ResponderEliminarLuchar contra la naturaleza es inútil, así que lo mejor es llevar los años con dignidad ¡y con buen humor!, no estaremos más guapas pero nos reiremos mucho más,jajaja....
Besitos.
Hoy mismo he fotografiado algo parecido pero en amarillo. Es una pena que algo con tanto esplendor como en la primera fotografía pueda llegar a la última imagen tan triste. En cualquier caso la última flor está llena de sabiduría y de historias que contar, igual que una hoja arrastrada por el viento en otoño. La primera está empezando a vivir. Espléndida historia contada por imagenes Elvira.
ResponderEliminar¿Y nos enseñarás las fotos, Marcos?? No sé por qué en este caso la flor marchita no me da tristeza. Gracias y besos
ResponderEliminarNo sé cual de las dos me gusta más.
ResponderEliminarFrescura? decadencia? como no hay que elegir me quedo con las dos.
(Si pongo alguna burrada pido perdón pero es que mi teclado no me obedece como es debido)
Aunque "fané y descangallada" como dice Jesús, sigue siendo una preciosidad, dónde hay siempre queda.
ResponderEliminarEso, Chusa, nos quedamos con las dos.
ResponderEliminarHola Adelaida: el que tuvo, retuvo. :-)
Besos a las dos
Me quedo con la primera Elvira, jeje!!
ResponderEliminarBesos
Si eso es lo normal, Ramuol, lo curioso es que en este caso me parezca tan bella la marchita. Besos
ResponderEliminarAy que penita me dio la segunda foto, así es la vida, el tiempo que todo lo marchita, la efímera belleza, la preciosidad de la primera foto acabará irremediablemente así.
ResponderEliminarBesos
Y yo comprendo que te dé pena la mustia, pero a mí me gusta.
ResponderEliminarBesos, Vivian!