domingo, 9 de mayo de 2010

Fases



Dos rosas del mismo rosal. Fotografías: Elvira Coderch

25 comentarios:

  1. Buenas noches, Elvira, antes de cerrar, visita,que boniiiitas es un color que me encanta,la 1ª tan fresca y la otra un poco cansadita..
    Tienes una nueva admiradora a través de mi blog.
    Te mando la web de un fotógrafo de aquí lo conozco porque mi hijo le compuso una banda sonora para sus exposiciones.Trata el pirineo , la vida rural y mucho más, espero te guste.
    Besicos
    Rosa

    http://www.photoshelter.com/c/chavinandez/

    ResponderEliminar
  2. Ya sé que siempre digo lo mismo, pero la rosa es en sí misma un misterio, la intriga de la perfección .

    Qué belleza.

    Besitos.

    ResponderEliminar
  3. Hola Rosa: el fotógrafo que me recomiendas tiene unas fotos preciosas, muchas gracias!! Besicos

    ResponderEliminar
  4. Hola Reyes: en este caso no sabía si me gustaba más la rosa fané o la que estaba perfecta. Ha sabido envejecer. :-)

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Saber envejecer es una de las grandes lecciones de la vida.Prepararse para lo irremediable comporta sabiduría.Creo que antes sabíamos envejecer o morir mejor.Ahora todo el mundo quiere ser joven,dícen que se sienten jóvenes.El tema,mi querida amiga da para mucho.

    Besos y un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Pues sí, es un tema importante, querido Paco.

    Creo que a mí me asusta más el sufrimiento físico o perder la cabeza que el hecho de que se acabe la vida, pero nunca se sabe cómo va a reaccionar uno ante el final inminente.

    Besos y un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  7. El tiempo es subjetivo. Un amigo que se va a morir siempre dice, si le propones algo para el día siguiente (por ejemplo, un cine): "de aquí a mañana, una eternidad".

    Te ha salido un perfecto Vanitas.

    ResponderEliminar
  8. Tiene razón tu amigo, NáN.

    "Vanitas vanitatum omnia vanitas."

    Muchos bodegones de esos son muy sombríos, en cambio esta flor medio muerta tiene mucha belleza, no es nada triste.

    Me alegra que te guste. Besos

    ResponderEliminar
  9. Una se manifiesta en todo su esplendor, desafiante, tentadora y la otra inspira ternura porque está algo "fane y descangallada", pero también tuvo su momento de máximo esplendor, de vitalidad y manifiesta una belleza algo marchita, pero belleza a la postre.
    Escéptico

    ResponderEliminar
  10. Veo que la cosa va de rosas, porque yo también he puesto algunas en el mío.

    Siguiendo la misma senda que otros "comentadores" añado que la rosa marchita tiene bastante más dignidad y belleza que las señoronas de tropecientos años operadas de todo.

    ResponderEliminar
  11. Suscribo todo lo que dices, Jesús, exacto. :-)

    Hola Cristina: Muchísima más, sin comparación. Ahora voy a mirar tus rosas.

    ResponderEliminar
  12. Cada un atiene su belleza, lo ideal es poder de esa belleza en el estadoen que te encuentres.

    ResponderEliminar
  13. Es verdad, Odel. La primera es más esplendorosa, y la segunda me parece muy elegante.

    ResponderEliminar
  14. en el mismo rosal se van sucediendo¡¡¡
    la belleza de la juventud en contraste con la decadencia de la vejez¡¡¡
    como dice Francisco el tema da para mucho¡¡¡
    todos queremos permanecer eternamente jóvenes, pero aceptar la vida conlleva aceptar nuestro deterioro...
    besos jóvenes¡¡¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  15. Pues sí. Es normal que no nos guste perder facultades. Lo mejor es conservar el sentido del humor para llevarlo lo mejor posible. Ah, y buenos afectos, imprescindible.

    Besos, Pilar!

    ResponderEliminar
  16. La naturaleza, como la vida, es sabia pero también implacable. Hasta la rosa más hermosa sucumbe al paso del tiempo...más el rosal seguirá dando rosas todas las primaveras.

    Luchar contra la naturaleza es inútil, así que lo mejor es llevar los años con dignidad ¡y con buen humor!, no estaremos más guapas pero nos reiremos mucho más,jajaja....

    Besitos.

    ResponderEliminar
  17. Hoy mismo he fotografiado algo parecido pero en amarillo. Es una pena que algo con tanto esplendor como en la primera fotografía pueda llegar a la última imagen tan triste. En cualquier caso la última flor está llena de sabiduría y de historias que contar, igual que una hoja arrastrada por el viento en otoño. La primera está empezando a vivir. Espléndida historia contada por imagenes Elvira.

    ResponderEliminar
  18. ¿Y nos enseñarás las fotos, Marcos?? No sé por qué en este caso la flor marchita no me da tristeza. Gracias y besos

    ResponderEliminar
  19. No sé cual de las dos me gusta más.
    Frescura? decadencia? como no hay que elegir me quedo con las dos.

    (Si pongo alguna burrada pido perdón pero es que mi teclado no me obedece como es debido)

    ResponderEliminar
  20. Aunque "fané y descangallada" como dice Jesús, sigue siendo una preciosidad, dónde hay siempre queda.

    ResponderEliminar
  21. Eso, Chusa, nos quedamos con las dos.

    Hola Adelaida: el que tuvo, retuvo. :-)

    Besos a las dos

    ResponderEliminar
  22. Me quedo con la primera Elvira, jeje!!
    Besos

    ResponderEliminar
  23. Si eso es lo normal, Ramuol, lo curioso es que en este caso me parezca tan bella la marchita. Besos

    ResponderEliminar
  24. Ay que penita me dio la segunda foto, así es la vida, el tiempo que todo lo marchita, la efímera belleza, la preciosidad de la primera foto acabará irremediablemente así.

    Besos

    ResponderEliminar
  25. Y yo comprendo que te dé pena la mustia, pero a mí me gusta.

    Besos, Vivian!

    ResponderEliminar