Ilustración de Henry Justice Ford (1894)
Ilustración de Edmund Dulac
Ilustración de Arthur Rackham
El traje nuevo del emperador, cuento de Hans Christian Andersen¿Quién se atreve a decir "el emperador está desnudo"?
Ilustración de Henry Justice Ford (1894)Ilustración de Edmund DulacIlustración de Arthur RackhamEl traje nuevo del emperador, cuento de Hans Christian Andersen
La cuarta ilustración no sé de quién es.
ResponderEliminarLa de Dulac es espléndida, cómo ilustrael vacío sin si quiera sacar al Emperador.
ResponderEliminarSí, es muy buena. Supongo que el señor de las gafas que mira el telar vacío es el viejo ministro que envió el rey para que visitase a los tejedores y le informara.
ResponderEliminarTodas muy diferentes y todas muy chulas.
ResponderEliminar¿Sabías que Dulac ilustró una edición de Jane Eyre?
¡Anda! No lo sabía, Cristina. ¿La has visto?
ResponderEliminarSí, sí, las conozco bien :) Las puedes ver aquí, por ejemplo: http://janeeyreillustrated.com/Jane_Eyre_dulac.htm
ResponderEliminar¡Ah, gracias! Quizás me gustan más sus ilustraciones de cuentos, ¿no crees?
ResponderEliminarNo sé, será porque de verlas mucho les he cogido cariño, pero sin ser perfectas con respecto al libro, me gustan bastante...
ResponderEliminarEstán bien, desde luego, pero si he de escoger, me quedo con las de los cuentos. Creo que tienen más encanto.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarEste cuento sí me gustaba. De hecho creo qeu lo representamos en una obrilla de teatro en el último curso de EGB.
Un saludo.
Só mesmo uma criança, não, Elvira?
ResponderEliminarSó uma criança...
Belíssima postagem!
Parabéns!
Besos
Si no recuerdo mal, que de ello hace muchísimos años, ¿no fue un niño el único que se atrevió?
ResponderEliminarSe suponía que los tontos no podían ver la magnífica tela, ¿no?
Eso me recuerda, por ejemplo, el afán actual por las marcas.
Un saludo
Hola Zélia: sí, sólo se atrevió un niño en el cuento.
ResponderEliminarHola Katha: Exacto, ni los tontos ni los incompetentes podían ver la tela, se suponía. Y por tanto nadie quería que le acusaran de serlo por reconocer que no veía nada.
Mi pregunta iba más allá del cuento, se trata de preguntarse si en situaciones similares nos atrevemos a decir "que el emperador va desnudo" o nos callamos.
Besos a las dos
Hola Elvira,
ResponderEliminarda la impresión de que el vestido o la moda es muy importante actualmente, pero lo cierto es que antaño lo fue mucho más. Mi percepción es que andar desnudo requiere valor y capacidad de ser vulnerable.
La explosión de blogs, playas nudistas o que, por ejemplo, sea legal andar desnudo por Cataluña, obedece a la necesidad de comunicarse de modo más auténtico y esencial. Por eso quizás estamos en un momento bisagra en el que se "destapan" tramas, abusos, complots o mentiras. ¿Duele? Si. Pero alivia saber que nuestra apariencia y necesidades no son tan distintas a las de los demás, por muy emperador que seas.
Que estimulante y desnudante es tu blog¡!¡
Besos sin artificios***
Hola Ofelia: gracias por tu reflexión, que comparto plenamente. Y me gusta que mi blog sea "desnudante", me suena bien. :-) Ya sabes que a mí lo de las máscaras y paripés no me va. Me gusta ver lo que hay en el fondo, me gustan las personas que se atreven a relacionarse desde dentro. Gracias por ser así, amiga.
ResponderEliminarBesos
Pues depende. Yo soy de las que tendería a decir que el emperador va desnudo y luego me va como me va. Creo que debería aprender a callarme.
ResponderEliminarLa ilustración que más me gusta es la penúltima. Simple y clara.
Un saludo.
es un cuento cuyas ilustraciones me encantan, en todas sus versiones, este y de todos que es de L. Carrol Alicia en el país de las maravillas.
ResponderEliminarTambién es verdad que hay momentos en los que es mejor callar, Katha. Pero al menos uno debe intentar relacionarse de verdad con un círculo de personas, aunque no se muestre completamente ante todos. Esp pienso yo.
ResponderEliminarHola j.j., tengo pensado dedicar una entrada a ilustraciones de Alicia.
Saludos a los dos