"Orlando furioso es un poema épico caballeresco escrito por Ludovico Ariosto y cuya redacción definitiva se publicó en 1532." "Es, y así la presenta el autor, una continuación del Orlando enamorado de Matteo Maria Boiardo. Allá donde dejó éste inacabada su obra, la derrota del ejército de Carlomagno en los Pirineos por los moros, es donde arranca el Ariosto la suya, que suele, al reintroducir los personajes de su predecesor, dedicar una o dos octavas a resumir las aventuras narradas por Boiardo en el Enamorado." (Más información en Wikipedia)
Muchas de las ilustraciones de Gustave Doré, me recuerdan a los dibujos de los comics de hoy en día.
ResponderEliminarun besito de fin de semana, Elvira.
Unos grabados impresionantes, Elvira. Particularmente me he quedado embobado con los de los dragones y lo espectacularmente bien que están hechas algunas construcciones. Cada vez me sorprendes más gratamente en este blog. Besos.
ResponderEliminarHola Adelaida: supongo que sus grabados habrán inspirado a muchísimos dibujantes, son geniales.
ResponderEliminarBuen finde y besos!
Me alegra que te gusten, Marcos. Soy muy fan de Gustave Doré. Besos
ResponderEliminarHola Elvira,
ResponderEliminarimpresionan estas ilustraciones. Me quedo con la del Pegaso, me he imaginado que la jinete era yo.
Besos voladores
Hola Ofelia: Pues volemos a lomos del pegaso, a ver a dónde nos lleva. Besos
ResponderEliminarSon unos dibujos increíbles, preciosos y muy trabajados con tantísimos detalles que habría que mirarlos con más atención uno a uno.
ResponderEliminarEl que más me ha gustado es el de los caballeros a caballo que cruzan el puente para llegar al castillo, lo encuentro genial.
Un beso y buen fin de semana.
Tienes toda la razón, Montse. Hay 60 grabados, he seleccionado veintipico, pero todos son muy bonitos (¿has visto el enlace?).
ResponderEliminarBuen finde y besos!!!
Quelle richesse dans ses dessins !
ResponderEliminarGustave Doré était un magicien !
Un grand merci pour votre mot qui m'a fait très plaisir !
Oui, un magicien, c'est vrai. :-)
ResponderEliminarMerci pour votre visite, Jean!
Hemos saltado del color y la inocencia de las hadas a los casi siempre inquitantes grabados de Doré.
ResponderEliminarEstá bien recordar a los clásicos como el Orlando de Ariosto.
A mi también me encantan los gabados de Doré, la perfección de su dibujo, la ensoñación de sus imágenes.
Escéptico
Es verdad, Jesús, menudo cambio de estilo! Yo no he leído esa obra, pero me gustaban tanto los grabados que he decidido ponerlos.
ResponderEliminarUnas puntualizaciones:
ResponderEliminar* La criatura alada no es un caballo con alas (pegaso): es un hipogrifo; criatura, por cierto, que inventó Ariosto en este poema cruzando el mitológico grifo con una yegua (canto IV, octava 18).
* No me ha parecido ver dragones en la ilustraciones (ni se me ocurre ahora alguno que aparezca en el Orlando). El monstruo marino que lo asomeja es la Orca, que primero pretende devorar a Angélica (y es salvada por Rogelio, que monta el hipogrifo) y luego a Olimpia. La segunda vez es Orlando el salvador y atraviesa la boca del monstruo con un ancla.
¡Gracias por las puntualizaciones, Auxiliar! Como comenté más arriba, no he leído el libro, y no había mirado con suficiente detalle el grabado del hipogrifo.
ResponderEliminar