Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
miércoles, 10 de marzo de 2010
Edward Hopper: Corn Hill
Corn Hill (1930), de Edward Hopper, McNay Art Museum, San Antonio, Texas
No recordaba este cuadro, que también me gusta mucho y que me sugiere una gran desolación. Tal vez la más dramática de las posibles: el juego de los amarillos y los negros: una desolación a plena luz. Las dos casitas de la derecha, que evocan una continuidad constructiva, acentúan este efecto y, a la vez, aportan una gran modernidad, la de un urbanismo demoledor, lo que no está mal para haber sido pintado en 1930...
yo lo encuentro como casi siempre en Hooper: misterioso. inquietante, como dices...y muy teatral¡¡ como un escenario en el que falta alguien que va a salir de un momento a otro, y que precisamente aquí no está, para que tú te lo imagines¡¡¡ besos
Es un placer entrar en tu blog, una ventana abierta para deleitarse, sentir despacio, reflexionar... Asi me ocurre al contemplar esta colina de E. Hopper que has rescatado; me he quedado allí, colgada del cerro, aislada. Una suerte de atmósfera intocable, matices y contrastes Kova d Onga Gracias
Las casas parecen vivas; mujeres rígidas a causa del temor y el frío esperando a que vuelvan sus maridos del mar. Porque en este cuento el mar baña a Corn Hill.
Inspira calma y tranquilidad. Incluso diría que hay brisa en esa imagen...
Por cierto, una pregunta, Hopper tiene algo que ver con la Casa que salia en la película de Hitchcock "Psicosis"? Es que me pareció escuchar algo parecido en la radio no hace mucho.
Desde luego la palabra inspirador que habéis dicho es la que mejor define a Hopper. Ante tanta desolación, hay algo delante de las casas y el montículo, todo mira hacia allá, hacia el sol, y te imaginas ¿qué estan mirando?, el sol, el mar, un pueblo, una montaña... la vida que se mueve ante las casas solitarias.
Yo también, como María, soy fan de Hopper gracias a tí. Un beso, guapa!
Creo que tengo el gusto alterado, porque no me parece desolador el cuadro, me gusta la calidez del campo y el tono de despedida del cielo. Y mira que son modernos los adosados (o que somos muy antiguos por aquí…).
¡Qué paisaje! ¡Cuánta emoción contenida! Sí, Edward Hopper y la soledad. Un Hopper lúcido y dolorido, fiebre de sombra diría Sánchez Ferlosio, casi Goya redivivo. Una de tantas urbanizaciones del siglo XX puesta al sol para que se sequen las casas y los ciudadanos sin ciudad. Mas el pintor, que es un poeta, nos deja la transparencia de un cielo de luz y seda. Elvira, te felicito y admiro. Un saludo
Me gustaría estar en lo más alto de esa colina para poder mirar al frente. No sé, a veces me imagino cómo sería si uno pudiera entrar en las pinturas, qué vería alrededor...
Me encanta Hopper. La luz, como en la mayoría de sus cuadros, fantástica.
Elvira, tu cumple anda próximo, verdad? Si te parece indiscreta mi pregunta no la publiques, pero es que me cuesta mucho poder abrir el correo y aprovecho para hablarte por aquí.
Sí, sí, sí...uno de los que más me gustan de este autor. gracias, una vez más, por rescatarlo. Me encanta el aspecto árido del paisaje.
ResponderEliminarUn cuadro relajante para miradas estresadas.
ResponderEliminarBesos H. de F.
Hola Marcos: Yo no había reparado tanto en este cuadro, y he descubierto que me gusta mucho.
ResponderEliminarHola Marina: A mí me gusta mucho el juego de luces y sombras.
Besos a los dos
No recordaba este cuadro, que también me gusta mucho y que me sugiere una gran desolación. Tal vez la más dramática de las posibles: el juego de los amarillos y los negros: una desolación a plena luz. Las dos casitas de la derecha, que evocan una continuidad constructiva, acentúan este efecto y, a la vez, aportan una gran modernidad, la de un urbanismo demoledor, lo que no está mal para haber sido pintado en 1930...
ResponderEliminarHola Juan Luis:
ResponderEliminarSí, el contrase de negro y amarillo da un aire de desolación.
Huy, pues estas casitas me parecen discretas y monas, no como tantas urbanizaciones que realmente destrozan nuestros paisajes.
Saludos
Precioso como todos los cuadros de Hooper
ResponderEliminarSolo irarlo inspira paz y relax
Es precioso, Odel. A mí me inspira una tranquilidad un poco inquietante. Como la paz que precede a la tormenta, quizás.
ResponderEliminaryo lo encuentro como casi siempre en Hooper: misterioso. inquietante, como dices...y muy teatral¡¡ como un escenario en el que falta alguien que va a salir de un momento a otro, y que precisamente aquí no está, para que tú te lo imagines¡¡¡
ResponderEliminarbesos
es una pintura extraña,da cierto temor...
ResponderEliminares bella
gracias,Elvira, por mostrarme al Hopper que no conocía.
besos*
Es un placer entrar en tu blog, una ventana abierta para deleitarse, sentir despacio, reflexionar...
ResponderEliminarAsi me ocurre al contemplar esta colina de E. Hopper que has rescatado; me he quedado allí, colgada del cerro, aislada. Una suerte de atmósfera intocable, matices y contrastes
Kova d Onga
Gracias
¡Que bien Elvira! Otro de Hopper Inspirador.
ResponderEliminarLas casas parecen vivas; mujeres rígidas a causa del temor y el frío esperando a que vuelvan sus maridos del mar. Porque en este cuento el mar baña a Corn Hill.
Besos.
Hola Pilar: podría ser el escenario de una película. Hopper es muy teatral o cinematográfico, realmente.
ResponderEliminarHola Rayuela: Parece que sintamos que algo va a suceder, ¿verdad?
Hola Kova d Onga, ¡bienvenida! Me gusta cómo explicas tus sensaciones al ver el cuadro.
Hola Ofelia: Yo también "veo" el mar a la izquierda, frente a las casas. Y hay un viento desapacible, fuerte. Que vuelvan los marinos sanos y salvos.
Besos a todas
Inspira calma y tranquilidad. Incluso diría que hay brisa en esa imagen...
ResponderEliminarPor cierto, una pregunta, Hopper tiene algo que ver con la Casa que salia en la película de Hitchcock "Psicosis"? Es que me pareció escuchar algo parecido en la radio no hace mucho.
Besos
Me estás haciendo fan de Hopper. Qué maravilla de cuadro!
ResponderEliminarGracias por enseñarme tanto y tan bello.
Un beso
Hola Sí-es: Efectivamente, parece que Hitchcock se inspiró en un cuadro de Hopper para la casa de Psicosis. Te dejo un enlace:
ResponderEliminarhttp://elpresley.blogspot.com/2009/08/la-casa-de-psicosis.html
Hola María: nos contagiamos las aficiones, ¿verdad? Gracias a ti, guapa!
Besos a las dos
Desde luego la palabra inspirador que habéis dicho es la que mejor define a Hopper.
ResponderEliminarAnte tanta desolación, hay algo delante de las casas y el montículo, todo mira hacia allá, hacia el sol, y te imaginas ¿qué estan mirando?, el sol, el mar, un pueblo, una montaña... la vida que se mueve ante las casas solitarias.
Yo también, como María, soy fan de Hopper gracias a tí.
Un beso, guapa!
"la vida que se mueve ante las casas solitarias." Me gusta, Montse. Entre todos le hemos sacado mucho "jugo" al cuadro, así lo disfruto más.
ResponderEliminarBesos, guapa!
Gracias por el enlace, de las cosas que me entero y aprendo gracias a ti ;)
ResponderEliminarBesos
Ah, ¡qué bien que te gustaron los faros de Hopper! A mí me encantan.
ResponderEliminarBesos
Creo que tengo el gusto alterado, porque no me parece desolador el cuadro, me gusta la calidez del campo y el tono de despedida del cielo. Y mira que son modernos los adosados (o que somos muy antiguos por aquí…).
ResponderEliminar¡¡Qué luz!! Parece real y no pintada.
ResponderEliminarQué va, el gusto alterado para nada.
ResponderEliminarYo creo que en los países anglosajones se hacían adosados antes que por aquí.
A mí me gustan muchísimo los cuadros de Hopper con su soledad o desolación, no a pesar de...
Saludos, Arantza!
Hola Cristina: estaba pensando si sería primera hora de la mañana o última hora de la tarde, la luz es bastante horizontal.
ResponderEliminar¡Qué paisaje! ¡Cuánta emoción contenida! Sí, Edward Hopper y la soledad. Un Hopper lúcido y dolorido, fiebre de sombra diría Sánchez Ferlosio, casi Goya redivivo. Una de tantas urbanizaciones del siglo XX puesta al sol para que se sequen las casas y los ciudadanos sin ciudad. Mas el pintor, que es un poeta, nos deja la transparencia de un cielo de luz y seda.
ResponderEliminarElvira, te felicito y admiro.
Un saludo
Muchísimas gracias, Cecilio, pero mi único mérito es seleccionar las obras de este artista.
ResponderEliminarY también te agradezco tu interesantes observaciones sobre el cuadro.
Saludos
Me gustaría estar en lo más alto de esa colina para poder mirar al frente. No sé, a veces me imagino cómo sería si uno pudiera entrar en las pinturas, qué vería alrededor...
ResponderEliminarMe encanta Hopper. La luz, como en la mayoría de sus cuadros, fantástica.
Un abrazo, Elvira.
Eso de querer entrar en los cuadros me pasa mucho con los de Hopper, con otros no tanto. La luz fantástica, sí.
ResponderEliminarUn abrazo, Kine
Uaaaaaaaa!!!!! qué luz!!!!! qué textura y qué todo!!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias!
Elvira, tu cumple anda próximo, verdad? Si te parece indiscreta mi pregunta no la publiques, pero es que me cuesta mucho poder abrir el correo y aprovecho para hablarte por aquí.
ResponderEliminarBesos
Mañanaaaaaaaa!!! ¡Cumplo 56! Jo, ya estoy más cerca de los 60 que de los 50.
ResponderEliminarGracias y besos
Me dejas que te cante ya? jajajajajaja
ResponderEliminarBueno, te cantaré mañana pero hoy te mando un beso enorme para tús 55
Gracias por el beso de despedida para mis 55!!!!!!
ResponderEliminarMe da a mí que los 56 van a ser buenos. :-)
Besos para ti también, que tú también eres piscis, aunque no sepa el día de tu cumple