Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
viernes, 16 de octubre de 2009
Edward Hopper: Western Motel
Western Motel (1957), de Edward Hopper, Yale University Art Gallery.
Las maletas hechas, el coche que asoma, la carretera, el paisaje irreal.. No se sabe si va o viene. Si se queda o se marcha para siempre. Yo diría que se marcha y empieza de nuevo, pero, claro, suelo ver el vaso medio lleno. Un besote.
Acabo de darme cuenta de que, a pesar de esa soledad irreal, o quizás por ella, Hopper pintaba algo que ya no existe, creo que por desgracia. Ahora todo es multitud y ruido, ya no hay solitarios pensando ante nosotros.
Hola Leo: a mí me dió la impresión de que se quería ir ya! Y que el "pesado" del pintor le insistía en que esperase un poco más, que tenía que acabar el cuadro. Me parece que tiene muchas ganas de marcharse y empezar lo que sea, como tú dices. Y una cierta tristeza por el pasado.
Me parece muy interesante tu reflexión, Nán. En los espacios públicos todo es multitud y ruido, es cierto, aunque en el interior de los pisos puede haber mucha soledad de la peor clase. En las ciudades no se suelen ver personas pensativas, a lo suyo pero sin prisas. Quizás en el campo sí. La soledad reflexiva, buscada, tantas veces fecunda, no creo que sea posible en medio del jaleo.
Yo no sé si Hopper veía personas como las que él pintaba o las inventaba. Pero ahora no se ven, desde luego. La soledad y el silencio hacen mucha falta. Todo en su dosis, que no es la misma para cada uno de nosotros.
de acuerdo contigo: parece que está impaciente por salir, con la rebeca puesta que tiene sobre el sillón... a mí me encanta hablar, también escuchar, pero sobretodo el silencio¡¡¡ me resulta imprescindible, no encuentro otro modo de poder pensar... y en cierto modo de sentir.
Sí, el silencio se necesita no sólo para pensar sino también para sentir, necesitamos pararnos a sentir. A veces queremos pasar a otra cosa sin habernos enterado de la anterior, sin haberla vivido plenamente. Saludos
Necesito la soledad para sentirme, limpiarme, badar (es una palabra catalana y ahora no me viene en castellano, pero es algo asi como estar en babia), soñar despierta y repasar lo ocurrido durante el día o los días.
El silencio es muy importante pero me sorprende que en los aeropuertos encuentre uno de los lugares ideales para estar sola, acompañada por muchos más seres solitarios concentrados en sí mismos. ¿Os habéis fijado?
Hola querida Ofelia: es verdad que la soledad hace falta para todo eso.
Yo necesito silencio además de soledad para las cosas que has mencionado. Como he viajado pocas veces sola no he vivido esa sensación de la que hablas en los aeropuertos. Sí que se ve a mucha gente concentrada en sí misma, pero me parecen un poco tensos la mayoría.
Me encanta verte por aquí. Pronto estarás en otro aeropuerto. Muchos besos, guapa, no sé qué día te vas, pero buen viaje!!!
Sí, él está allí, y ella está tensa, desde luego. Quizás sea su marido, algo pasa. No le mira como se mira a un amante (no soy experta, pero bueno, jaja!).
Hola Elvira: parece un escenario, todo tan amplio y esos ventanales que dejan ver el automóvil. Da la impresión que ella está a punto de pararse, quiere irse, huir luego de ese lugar, no le ha gustado para nada. Creo que ni siquiera han desempacado. Está esperando que él se decida a marcharse a otro lugar.
El acaba de irse dando un portazo. Está encerrada, quiere ir tras el (el pie derecho está adelantado) pero no puede, está paralizada.
Atardece, su vida también. Se mete en la cama, duerme y sueña que su vestido es del mismo color que la granada y que las paredes del hotel son verdes como la esperanza.
No acaba de relajarse porque en realidad está de paso. Se agenció una habitación junto a la desolada estación porque no había ningún lugar donde esperar, las seis horas que tarda el siguiente autobús, sin sentirse intimidada. No le gusta que la miren cuando no está en su espacio, es mucho más insegura de lo que ella creía y en eso piensa ahora. ¿Por qué pago 20 pavos por una cama si ni siquiera tengo ganas de tumbarme? - Se pregunta mirándose al enorme espejo. ¿Porqué me sentí incapaz de quedarme en el restaurante de la gasolinera si apenas había nadie? ¿Será precisamente por eso, porque hay cuatro gatos y se me ve mucho más? Supongo que será porque no estoy acostumbrada a estar sola fuera de mi casa.
Lo que ella no sabía mientras se miraba y preguntaba era que tras el espejo la miramos todos mucho más que en cualquier lugar de la calle.
Las maletas hechas, el coche que asoma, la carretera, el paisaje irreal.. No se sabe si va o viene. Si se queda o se marcha para siempre. Yo diría que se marcha y empieza de nuevo, pero, claro, suelo ver el vaso medio lleno.
ResponderEliminarUn besote.
Acabo de darme cuenta de que, a pesar de esa soledad irreal, o quizás por ella, Hopper pintaba algo que ya no existe, creo que por desgracia.
ResponderEliminarAhora todo es multitud y ruido, ya no hay solitarios pensando ante nosotros.
Hola Leo: a mí me dió la impresión de que se quería ir ya! Y que el "pesado" del pintor le insistía en que esperase un poco más, que tenía que acabar el cuadro. Me parece que tiene muchas ganas de marcharse y empezar lo que sea, como tú dices. Y una cierta tristeza por el pasado.
ResponderEliminarBesos
Me parece muy interesante tu reflexión, Nán. En los espacios públicos todo es multitud y ruido, es cierto, aunque en el interior de los pisos puede haber mucha soledad de la peor clase. En las ciudades no se suelen ver personas pensativas, a lo suyo pero sin prisas. Quizás en el campo sí. La soledad reflexiva, buscada, tantas veces fecunda, no creo que sea posible en medio del jaleo.
ResponderEliminarYo no sé si Hopper veía personas como las que él pintaba o las inventaba. Pero ahora no se ven, desde luego. La soledad y el silencio hacen mucha falta. Todo en su dosis, que no es la misma para cada uno de nosotros.
de acuerdo contigo: parece que está impaciente por salir, con la rebeca puesta que tiene sobre el sillón...
ResponderEliminara mí me encanta hablar, también escuchar, pero sobretodo el silencio¡¡¡ me resulta imprescindible, no encuentro otro modo de poder pensar... y en cierto modo de sentir.
saludos
Sí, el silencio se necesita no sólo para pensar sino también para sentir, necesitamos pararnos a sentir. A veces queremos pasar a otra cosa sin habernos enterado de la anterior, sin haberla vivido plenamente. Saludos
ResponderEliminarMe da la impresion de que no esperaba un lugar asi, y se ha arrepentido ,por eso esta la maleta sin desacer
ResponderEliminarComo diciendo: ¿En este motel? ¡Pues vaya!
ResponderEliminarHola querida Elvira, hoy me animo a escribir.
ResponderEliminarNecesito la soledad para sentirme, limpiarme, badar (es una palabra catalana y ahora no me viene en castellano, pero es algo asi como estar en babia), soñar despierta y repasar lo ocurrido durante el día o los días.
El silencio es muy importante pero me sorprende que en los aeropuertos encuentre uno de los lugares ideales para estar sola, acompañada por muchos más seres solitarios concentrados en sí mismos. ¿Os habéis fijado?
Un superbeso. Ofelia
"Debes aprender a estar lo suficientemente callado para escuchar el sonido de lo genuino que hay en tí, de modo que puedas apreciarlo en los demas"...
ResponderEliminar¿Tanta maleta para ella sola? no puede ser...él está allí, algo ocurre, el brazo de ella apoyado a los pies de la cama está tenso...
Un beso
Hola querida Ofelia: es verdad que la soledad hace falta para todo eso.
ResponderEliminarYo necesito silencio además de soledad para las cosas que has mencionado. Como he viajado pocas veces sola no he vivido esa sensación de la que hablas en los aeropuertos. Sí que se ve a mucha gente concentrada en sí misma, pero me parecen un poco tensos la mayoría.
Me encanta verte por aquí. Pronto estarás en otro aeropuerto. Muchos besos, guapa, no sé qué día te vas, pero buen viaje!!!
Buena frase, Airam, muy de acuerdo.
ResponderEliminarSí, él está allí, y ella está tensa, desde luego. Quizás sea su marido, algo pasa. No le mira como se mira a un amante (no soy experta, pero bueno, jaja!).
Un beso
Hola Elvira: parece un escenario, todo tan amplio y esos ventanales que dejan ver el automóvil.
ResponderEliminarDa la impresión que ella está a punto de pararse, quiere irse, huir luego de ese lugar, no le ha gustado para nada. Creo que ni siquiera han desempacado.
Está esperando que él se decida a marcharse a otro lugar.
Gracias por los saludos en este día.
Hola Beatriz: quiere irse, eso parece, efectivamente. Está muy incómoda.
ResponderEliminar¡Que acabes de pasar el día muy bien!
El acaba de irse dando un portazo. Está encerrada, quiere ir tras el (el pie derecho está adelantado) pero no puede, está paralizada.
ResponderEliminarAtardece, su vida también. Se mete en la cama, duerme y sueña que su vestido es del mismo color que la granada y que las paredes del hotel son verdes como la esperanza.
Bonito sueño, Ofelia. ¿Y hacia dónde mira? Otro beso
ResponderEliminarMira hacia la puerta que se ha cerrado, la de su pasado.
ResponderEliminarMuchos besos y buenas noches.
Ah, yo imaginaba que la puerta era donde el cristal de la derecha...
ResponderEliminarBuenas noches, guapa!
No acaba de relajarse porque en realidad está de paso. Se agenció una habitación junto a la desolada estación porque no había ningún lugar donde esperar, las seis horas que tarda el siguiente autobús, sin sentirse intimidada. No le gusta que la miren cuando no está en su espacio, es mucho más insegura de lo que ella creía y en eso piensa ahora.
ResponderEliminar¿Por qué pago 20 pavos por una cama si ni siquiera tengo ganas de tumbarme? - Se pregunta mirándose al enorme espejo.
¿Porqué me sentí incapaz de quedarme en el restaurante de la gasolinera si apenas había nadie? ¿Será precisamente por eso, porque hay cuatro gatos y se me ve mucho más?
Supongo que será porque no estoy acostumbrada a estar sola fuera de mi casa.
Lo que ella no sabía mientras se miraba y preguntaba era que tras el espejo la miramos todos mucho más que en cualquier lugar de la calle.
tras la cena, me salió esto.
Besos de buenas noches
Hola Chusa: Buena idea eso de que está mirándose en un espejo. Has dibujado muy bien al personaje en esas líneas.
ResponderEliminarGracias por tu historia y besos de buenas noches