Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
domingo, 6 de septiembre de 2009
Sacar la gallina a pasear
París durante la Ocupación: Señora leyendo el periódico con una gallina atada a una correa, de Robert Doisneau (1912-1994)
La buena señora, tan ricamente instalada como en la salita de su casa, con su bata, sus zapatillas, su periódico y su mascota. ¡qué gracia tiene este Doisneau!!!!
Propongo para Elvira, el premio a la constancia. ¿Existe?.... Pués hay que inventarlo.
Ya no se hacen muchas fotos como ésta. Ahora se prepara un bodegón ultramegaestrambótico, se le hace una foto con artilugios carísimos, y luego se repinta creando un bodrio la mar de decorativo. Lástima...
Las buenas fotos de verdad nunca son estrambóticas, son originales, artísticas, pero reflejan la vida tal como es.
Pero ahora que comentas esto, justo he visto recientemente unas fotos de bodegones que parecían cuadros (estanterías llenas de botellas y cosas así), y alguna me ha gustado mucho, jaja!
Pues tomo nota, Molinos. Pero acabo de empezar La Montaña Mágica o sea que tengo lectura para rato. De momento me está gustando mucho. Ya te diré más adelante.
Yo estoy casi seguro de que la gallina estaba engordando más que disfrutando de la tarde... En cuanto a esas fotos de bodegones, las que están preparadas, me pueden gustar por ser decorativas, pero me parecen frías como todo lo que es decorativo y no artístico. Esta foto tiene profundidad, una dimensión que lo simplemente decorativo no posee. Sin embargo, uno puede hacerle una foto a un mueble bar y conseguir una maravilla... ¡Uf, qué repelús me dan las gallinas!
Me hace pensar en un relato que recopiló Paul Auster en un libro maravilloso que recoje relatos escritos por gente común.El relato trata de un hombre que camina por la calle y ve de repente a una gallina que pasea tranquilamente por la ciudad.El hombre la sigue muy intrigado,hasta que la gallina llega a una casa.Toca la puerta con el pico.Se abre la puerta y la gallina entra.Fin del relato.
Francisco, me acuero de ese relato!!!..estaba incluído en un libro que recogía los relatos que gente común envíaba al programa de radio de Paul Auster, se llama " Creía que mi padre era Dios"...había algunos estupendos. Me acuerdo del de la gallina!!
¡Qué bueno ese relato! Aquí hacemos eso: somos gente común que escribe pequeños relatos a partir de cuadros de Hopper, y también podemos empezar a hacerlo a partir de fotografías de Doisneau.
La buena señora, tan ricamente instalada como en la salita de su casa, con su bata, sus zapatillas, su periódico y su mascota.
ResponderEliminar¡qué gracia tiene este Doisneau!!!!
Propongo para Elvira, el premio a la constancia. ¿Existe?.... Pués hay que inventarlo.
Tiene un humor especial, me hace mucha gracia. :-)
ResponderEliminarJaja! Pues muchas gracias, Doña Umé.
¡Buenísima!
ResponderEliminarSí lo es. :-)
ResponderEliminarYa no se hacen muchas fotos como ésta. Ahora se prepara un bodegón ultramegaestrambótico, se le hace una foto con artilugios carísimos, y luego se repinta creando un bodrio la mar de decorativo. Lástima...
ResponderEliminarLas buenas fotos de verdad nunca son estrambóticas, son originales, artísticas, pero reflejan la vida tal como es.
ResponderEliminarPero ahora que comentas esto, justo he visto recientemente unas fotos de bodegones que parecían cuadros (estanterías llenas de botellas y cosas así), y alguna me ha gustado mucho, jaja!
A mi esta foto me recuerda a " Suite francesa" de Irene Nemirovsky, cuando retrata la ocupación alemana de Paris. Te lo recomiendo.
ResponderEliminarPues tomo nota, Molinos. Pero acabo de empezar La Montaña Mágica o sea que tengo lectura para rato. De momento me está gustando mucho. Ya te diré más adelante.
ResponderEliminarY luego nos creemos que lo de las mascotas exóticas es algo nuevo.
ResponderEliminarHola Tawaki, bienvenido. Pues sí, lo que me pregunto es si era su mascota o si estaba pensando en comérsela cuando estuviera más gorda. :(
ResponderEliminarYo estoy casi seguro de que la gallina estaba engordando más que disfrutando de la tarde... En cuanto a esas fotos de bodegones, las que están preparadas, me pueden gustar por ser decorativas, pero me parecen frías como todo lo que es decorativo y no artístico. Esta foto tiene profundidad, una dimensión que lo simplemente decorativo no posee. Sin embargo, uno puede hacerle una foto a un mueble bar y conseguir una maravilla... ¡Uf, qué repelús me dan las gallinas!
ResponderEliminarQU EFOTO GENIALLLLLL!!! TODO UN HALLAZGO, ES CÓMICA Y PERFECTA ALA VEZ.
ResponderEliminarUN BESO DESDE ARGENTINA
"la gallina estaba engordando más que disfrutando de la tarde" Jajaja, yo también lo creo. Suerte que ella no lo sabía.
ResponderEliminarMe gusta la distinción que haces entre meramente decorativo y artístico, estoy de acuerdo. :-)
Hola Liliana: tú como fotógrafa aún lo aprecias más, claro.
ResponderEliminarUn beso desde Barcelona
Es divertida y también triste.
ResponderEliminarQué desolación da ver el estado de este banco nada menos que en París¡¡¡
La gallina tal vez no se la coma... Seguramente la está mimando, nadie se ha acordado de que pone huevos ???
En los malos tiempos más vale un huevito todos los días que un sólo guiso¡¡¡
Y con el paseito seguro que se anima a poner para la omelette de la cena ....:)
saludos.
Hace unos minutos estaba pensando justamente eso, en los huevos, comida para cada día, jaja! Menos triste el destino de la gallina en ese caso.
ResponderEliminarSaludos
Qué bien que traigas esta foto para rescatar a Doisneau de su célebre beso...
ResponderEliminarCuídate, hermosa.
¡Y me gusta la famosa foto del beso! Ya he puesto varias obras suyas menos conocidas. Es genial.
ResponderEliminarCuídate tú también, guapa.
Me hace pensar en un relato que recopiló Paul Auster en un libro maravilloso que recoje relatos escritos por gente común.El relato trata de un hombre que camina por la calle y ve de repente a una gallina que pasea tranquilamente por la ciudad.El hombre la sigue muy intrigado,hasta que la gallina llega a una casa.Toca la puerta con el pico.Se abre la puerta y la gallina entra.Fin del relato.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo.
Francisco, me acuero de ese relato!!!..estaba incluído en un libro que recogía los relatos que gente común envíaba al programa de radio de Paul Auster, se llama " Creía que mi padre era Dios"...había algunos estupendos. Me acuerdo del de la gallina!!
ResponderEliminar¡Qué bueno ese relato! Aquí hacemos eso: somos gente común que escribe pequeños relatos a partir de cuadros de Hopper, y también podemos empezar a hacerlo a partir de fotografías de Doisneau.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo
Cuánto leéis, os envidio. Yo estoy en ritmo lento de lectura.
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