Pasatiempo
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
Mario Benedetti, Antología poética, Alianza Ed. 2008, pág. 233
Para hablar de lo que Benedetti siginifica en mi vida tendría que dajar a un lado las palabras y dibujar un mapa neuronal donde las conexiones se enciendesen y apagasen al ritmo de su métrica. Conexiones disparando emociones que a su vez encienden pensamientos y creencias que ya nunca supe si habrían sido mías sin sus palabras.
ResponderEliminarCrecí leyéndolo y descifrando muchos de mis sentimientos a través de sus versos. El amor, el desamor, la amistad, la solidaridad, la pasión, la nostalgia, el deseo... fueron grabados en mis neuronas por el martillo de sus versos.
Gracias por traerlo a tu jardín y un montón de besos.
Hola Chusa: yo lo he descubierto siendo más mayor, un gran placer conocer su obra. Besos
ResponderEliminartambién yo lo he conocido no hace mucho, y es un placer, sin duda.
ResponderEliminarcon la foto que has añadido lees el texto y resuena la voz de un mayor hablando desde la experiencia...
precioso y sencillo, didáctico, jurisprudencia pura: qué cierto¡¡¡
besos
¡Qué bueno y qué cierto!
ResponderEliminarBenedetti,mi querido poeta de antaño.Voy a regalarte un poema improvisado con algunos títulos que poseo en mi vieja estantería:
ResponderEliminarSólo mientras tanto,
la víspera indeleble.
¿Quién de nosotros?
La tregua.
Con y sin nostalgia,
a ras de sueño,
bajo la muerte y otras sorpresas.
El olvido está lleno de memoria,
primavera de una esquina rota
y viento del exilio.
Ay,recuerdos olvidados,
preguntas al azar.
¿Existir todavía?
La vida ese paréntesis
del porvenir de mi pasado.
Memoria y esperanza.
Canción del que no canta.
Besos y un fuerte abrazo.
Muy bueno y muy cierto, Pilar y Tawaki.
ResponderEliminar¡Qué bien te han quedado todos esos títulos en forma de poema, Francisco! Muchas gracias.
Besos a los tres
Yo también descubrí tarde a Benedetti, pero igualmente sus versos iluminan.
ResponderEliminarPrecioso poema, extracto de la realidad.
Besos.
Parece que somos varios los que le descubrimos tarde. Besos
ResponderEliminarDe la biblioteca saqué justo la Antología que tú mencionas, pero aun ni la he abierto. Así que ayer la renové y ya no tengo excusa. Veremos qué tal.
ResponderEliminarYo estoy leyendo algunos poemas en los huecos que me deja La Montaña Mágica (que me está gustando mucho, pero la leo en dosis pequeñas para digerirla mejor). :-)
ResponderEliminarcomo cambia el punto de vista según la edad. Mario Benedetti, mi admirado Benedetti. Gracias Elvira, hoy es un día duro..así que me paso a ver flores.
ResponderEliminarUn besico
Ay, los días duros, te entiendo. Espero que cambie el viento para mejor. Un besico
ResponderEliminarMe encanta Benedetti, y me gusta el poema que elegiste. Me parece un ejemplo perfecto de lo que comenté en mi blog, no es lo mismo sencillo que simple y no es lo mismo cotidiano que ordinario.
ResponderEliminarUn beso
Muy de acuerdo, Vivian. Creo que es más fácil escribir cosas complicadas que llegar a esta sencillez. Un beso
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