Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
martes, 1 de septiembre de 2009
Claude Monet: Gare Saint-Lazare
La estación de Saint-Lazare (1877), Musée d'Orsay, París
La Estación de Saint-Lazare: Llegada de un tren (1877), Harvard Art Museum
La Estación de Saint-Lazare (1877), National Gallery, Londres
Pues sí,porque no me he ido,y yo aquí contemplando las estaciones de Monet.¿Qué tienen las estaciones? ¿Qué tienen los trenes¿ ¿Por qué siempre han ejercido tanta fascinación entre los pintores,escritores y cineastas? Creo que es porque se parece mucho a la vida,es decir,es la gran metáfora de nuestras vidas.Estaciones situadas en ninguna parte y alguien que espera.Despedidas y bienvenidas.Cambios de trenes,vías muertas o trenes que simplemene pasan de largo. Mi querida Elvira,llevo muchos años coleccionando relatos en donde aparecen estaciones y ya poseo un gran número de ellos y de lo más interesante,desde Dickens a Shepard.
Hace mucho tiempo que escribí en mi blog un relato (el único que he consentido publicar en El tiempo ganado)y que lleva por título Estaciones.Allí puse cosas autobiográficas,como por ejemplo;cuando era niño,le decía siempre a mi padre que me llevara a la estación para ver pasar los trenes.Mi madre me ponía un abrigo y una bufanda y mi padre me cogía de la mano y me llevaba a la estación.Yo observaba en silencio y sentado en un banco junto a mi padre ver pasar los trenes.Después escribí el relato como una posible continuación de mi vida infantil.Ver pasar los trenes es,quizá,el ansia de viajar y de no saberse insignificante en una provincia de tedio y plateresco.Ver pasar los trenes vaticinaba al niño que de mayor vería también parar la vida sin atreverse a subir a esos trenes,a gozar la vida que se le brindaba a momentos.
Magnífico relato, Francisco. Me has dejado pensando con tu última frase: "Había comprendido por primera vez que el tren de la partida es aquel que nunca se pierde." Lo volveré a leer, necesita más de una lectura pausada.
Es que las estaciones y los aeropuertos (aunque estos tengan menos encanto) nos hacen pensar en las elecciones de nuestra vida, en los caminos que hemos tomado, los que quisimos tomar, los que podríamos todavía emprender. Cuando veo un avión surcando el cielo me da una especie de nostalgia, pienso que podría ir yo en él hacia no se sabe dónde.
Por suerte sí te subiste al tren de los blogs, y en sus vagones pasamos muy buenos ratos.
Lo que da un Monet para alguien que sabe mirar como tú.
Gracias,eres un cielo.Sabía que irías a leer el relato,y a mí,me hacía también mucha ilusión que lo leyeras.Tus opiniones para mí son muy importantes.
Pues sí,Elvira.¿A tí no te ha pasado que estás en un tren y ves a otro que va en dirección contraria y te contradice el destino que has elegido y lo cambiarías de inmediato por otro? Creo que es el ansia de las personas que hemos sido un poco sedentarias pero con el espíritu palpitando en el interior.Ahora aprovecho cualquier ocasión para salir de viaje.Y lo hago por cuatro duros.Me gustan las pensiones y comer también en ellas,tener contacto con los dueños de esos lugares.No me gusta los guías,ni los paquetes vacacionales.Me gusta caminar al azar y muy lentamente.Cuando visito una ciudad no me pongo nervioso queriendola conocer por completo (eso es imposible).A veces me he pasado una semana en una ciudad y no he salido del barrio,saboreando sus terrazas y sus calles.Mis cafés de mediatarde puede durar tranquilamente tres horas.Otros me reprochan de que malgasto el tiempo.¡Qué sabrán ellos! Los lugares que dejo por visitar no son vacíos en mi memoria,porque viene entonces a reforzarlo mi imaginación.
Tu casa en una maravilla.Parecemos dos personas que siempre departen en una terraza intemporal fuera de todo espacio cartesiano.
Gracias, guapo!!! Ya sabes que me encanta charlar contigo.
No, eso de los trenes en dirección contraria no me ha pasado (lo de desear ir en ellos), pero me gusta mirar por la ventanilla a los pasajeros del otro tren y me imagino historias sobre ellos.
¡Qué bien que sepas viajar por cuatro duros. Sí, a mí también me gusta saborear los lugares sin prisas ni querer verlo todo. Recuerdo cuando ya llevaba casi un mes en Londres y me había pateado mi barrio y otros barrios muchas veces, que mis tíos me llevaron en coche a hacer un tour por la ciudad, entre otros lugares fuimos a Saint Paul's Cathedral, porque pronto iba a volver a Barcelona y no había visitado un montón de sitios típicos. Me gustó el tour, pero lo que recuerdo siempre de Londres son sus calles, sus librerías, su ambiente, sus parques, y unas tiendas muy divertidas en King's Road para una chica de 19 años que vivía en una Barcelona menos moderna que el Londres de entonces. Me metía en mercados de anticuarios, y eso que no tenía la menor intención de comprar nada. Me divertía.
Pero también te confieso que aveces he viajado de forma organizada: hice un crucero que me gustó mucho, más por lo de navegar por el Mediterráneo que por las visitas precipitadas a las distintas ciudades (eso no). Además conocí a tres hermanas gallegas muy simpáticas con las que lo pasé muy bien (yo iba sola).
No hay museo que no deje a medias, no puedo con todo. Para verlo bien he de volver varias veces. No asimilo tanto arte concentrado.
Me encanta "monsieur Monet", gracias, Elvira, por traerlo ...
De elegir entre las tres prefiero la primera: es más estación. La segunda es casi igual pero más abierta a la ciudad y más clara, y la tercera más oscura...(aunque qué hermoso tren el de la izquierda¡¡)
Pero que me regalen cualquiera de ellas¡¡¡ jajaja :)
Reitero mi gusto por escuchar vuestras conversaciones en la "terraza intemporal" de Machuca, y me uno a ellas...
Las estaciones, donde confluyen los trenes, llegan y se marchan, el lugar de encuentros y despedidas, muchas gentes y con ellas, muchas historias... una metáfora de la vida ¡¡¡
Muchas veces pienso en los trenes que me gustaría tomar¡¡¡ y otras también en los trenes a los que me invitaron y que dejé pasar...
Pienso que lo importante es conservar el entusiasmo por viajar¡¡¡ en una, otra o contraria dirección, subirse a trenes o tener ganas de ello¡¡¡ significará que estamos vivos.
"Hoy, Saint Lazare no acoge muchos trenes de grandes líneas, pero tiene gran frecuentación de viajeros, siendo la " gare " de cercanías por excelencia."
¿será de los tiempos en que el tren era algo nuevo? más rápido que el caballo... más potente... nuevo (joven), bien pintadito (guapo), rápido (ágil), fuerte y potente... (es que vengo del blog de Leo y Russell Crowe... jajaja :)
Ostras, cuantas entradas guapas! Un 10 para el Gardelino de Vivaldi. Ese compositor veneciano del barroco supo retratar la naturaleza mediterraneo como nadie a través de los sonidos. Para mi se hace irresistible! Otro diez para Hopper y Monet... sus cuadros enganchan, piden tiempo. Hay que observar y sentir.
me encantaaa! he tenido oportunidad de ver el primero y el último. El primero este verano, y pasaba muy a menudo por la increíble Gare St. Lazare en París, una de las estaciones con más encanto en las que he estado en toda mi vida. gracias por recordármela con este post!
Hola Lys: bienvenida. No, los aeropuertos no tienen ese encanto, pero la sensación de idas y venidas, comienzos y finales, caminos que se abren... eso también lo vivo en ellos, aunque a un ritmo más acelerado.
¡Qué melancolía me dan las estaciones de tren! Ahora todo el mundo viaja hablando con sus aparatos, nadie te mira a los ojos, ni te sonríe, ni te cuenta casi nada... Monet me deja sin palabras, sólo flores :-)
Aahh, claro, no se me ocurrió. Al ver la foto en la página que me has dado he recordado el museo por dentro perfectamente (se me había borrado la imagen). ^_^
¿Ya habéis llegado todos? Benvenidos.
ResponderEliminarPues sí,porque no me he ido,y yo aquí contemplando las estaciones de Monet.¿Qué tienen las estaciones? ¿Qué tienen los trenes¿ ¿Por qué siempre han ejercido tanta fascinación entre los pintores,escritores y cineastas? Creo que es porque se parece mucho a la vida,es decir,es la gran metáfora de nuestras vidas.Estaciones situadas en ninguna parte y alguien que espera.Despedidas y bienvenidas.Cambios de trenes,vías muertas o trenes que simplemene pasan de largo.
ResponderEliminarMi querida Elvira,llevo muchos años coleccionando relatos en donde aparecen estaciones y ya poseo un gran número de ellos y de lo más interesante,desde Dickens a Shepard.
Hace mucho tiempo que escribí en mi blog un relato (el único que he consentido publicar en El tiempo ganado)y que lleva por título Estaciones.Allí puse cosas autobiográficas,como por ejemplo;cuando era niño,le decía siempre a mi padre que me llevara a la estación para ver pasar los trenes.Mi madre me ponía un abrigo y una bufanda y mi padre me cogía de la mano y me llevaba a la estación.Yo observaba en silencio y sentado en un banco junto a mi padre ver pasar los trenes.Después escribí el relato como una posible continuación de mi vida infantil.Ver pasar los trenes es,quizá,el ansia de viajar y de no saberse insignificante en una provincia de tedio y plateresco.Ver pasar los trenes vaticinaba al niño que de mayor vería también parar la vida sin atreverse a subir a esos trenes,a gozar la vida que se le brindaba a momentos.
Lo que da un Monet.
Besos y un fuerte abrazo.
Antes de contestarte me voy a leer esa entrada de la que hablas. Hasta luego! :-)
ResponderEliminarMagnífico relato, Francisco. Me has dejado pensando con tu última frase: "Había comprendido por primera vez que el tren de la partida es aquel que nunca se pierde." Lo volveré a leer, necesita más de una lectura pausada.
ResponderEliminarEs que las estaciones y los aeropuertos (aunque estos tengan menos encanto) nos hacen pensar en las elecciones de nuestra vida, en los caminos que hemos tomado, los que quisimos tomar, los que podríamos todavía emprender. Cuando veo un avión surcando el cielo me da una especie de nostalgia, pienso que podría ir yo en él hacia no se sabe dónde.
Por suerte sí te subiste al tren de los blogs, y en sus vagones pasamos muy buenos ratos.
Lo que da un Monet para alguien que sabe mirar como tú.
Besos y un fuerte abrazo
Gracias,eres un cielo.Sabía que irías a leer el relato,y a mí,me hacía también mucha ilusión que lo leyeras.Tus opiniones para mí son muy importantes.
ResponderEliminarPues sí,Elvira.¿A tí no te ha pasado que estás en un tren y ves a otro que va en dirección contraria y te contradice el destino que has elegido y lo cambiarías de inmediato por otro? Creo que es el ansia de las personas que hemos sido un poco sedentarias pero con el espíritu palpitando en el interior.Ahora aprovecho cualquier ocasión para salir de viaje.Y lo hago por cuatro duros.Me gustan las pensiones y comer también en ellas,tener contacto con los dueños de esos lugares.No me gusta los guías,ni los paquetes vacacionales.Me gusta caminar al azar y muy lentamente.Cuando visito una ciudad no me pongo nervioso queriendola conocer por completo (eso es imposible).A veces me he pasado una semana en una ciudad y no he salido del barrio,saboreando sus terrazas y sus calles.Mis cafés de mediatarde puede durar tranquilamente tres horas.Otros me reprochan de que malgasto el tiempo.¡Qué sabrán ellos! Los lugares que dejo por visitar no son vacíos en mi memoria,porque viene entonces a reforzarlo mi imaginación.
Tu casa en una maravilla.Parecemos dos personas que siempre departen en una terraza intemporal fuera de todo espacio cartesiano.
Gracias,besos y un fuerte abrazo.
Preciosos. MOnet es otro de los míos. ;-)
ResponderEliminarBesos.
Hola otra vez, Francisco:
ResponderEliminarGracias, guapo!!! Ya sabes que me encanta charlar contigo.
No, eso de los trenes en dirección contraria no me ha pasado (lo de desear ir en ellos), pero me gusta mirar por la ventanilla a los pasajeros del otro tren y me imagino historias sobre ellos.
¡Qué bien que sepas viajar por cuatro duros. Sí, a mí también me gusta saborear los lugares sin prisas ni querer verlo todo. Recuerdo cuando ya llevaba casi un mes en Londres y me había pateado mi barrio y otros barrios muchas veces, que mis tíos me llevaron en coche a hacer un tour por la ciudad, entre otros lugares fuimos a Saint Paul's Cathedral, porque pronto iba a volver a Barcelona y no había visitado un montón de sitios típicos. Me gustó el tour, pero lo que recuerdo siempre de Londres son sus calles, sus librerías, su ambiente, sus parques, y unas tiendas muy divertidas en King's Road para una chica de 19 años que vivía en una Barcelona menos moderna que el Londres de entonces. Me metía en mercados de anticuarios, y eso que no tenía la menor intención de comprar nada. Me divertía.
Pero también te confieso que aveces he viajado de forma organizada: hice un crucero que me gustó mucho, más por lo de navegar por el Mediterráneo que por las visitas precipitadas a las distintas ciudades (eso no). Además conocí a tres hermanas gallegas muy simpáticas con las que lo pasé muy bien (yo iba sola).
No hay museo que no deje a medias, no puedo con todo. Para verlo bien he de volver varias veces. No asimilo tanto arte concentrado.
Besos y un fuerte abrazo
Hola Leo: por lo que parece Monet es un gran favorito de muchos de los que visitan este blog, y no me extraña nada, nada. Besos
ResponderEliminarQue bonita, no? Creo que ahora esa estación es el nuevo museo impresionista, no sé si estoy confundida, pero creo que no. Qué mejor sitio, verdad?
ResponderEliminarLo de Monet es la repera.
Un besote, Elvira
Me encanta "monsieur Monet", gracias, Elvira, por traerlo ...
ResponderEliminarDe elegir entre las tres prefiero la primera: es más estación. La segunda es casi igual pero más abierta a la ciudad y más clara, y la tercera más oscura...(aunque qué hermoso tren el de la izquierda¡¡)
Pero que me regalen cualquiera de ellas¡¡¡ jajaja :)
Reitero mi gusto por escuchar vuestras conversaciones en la "terraza intemporal" de Machuca, y me uno a ellas...
Las estaciones, donde confluyen los trenes, llegan y se marchan, el lugar de encuentros y despedidas, muchas gentes y con ellas, muchas historias... una metáfora de la vida ¡¡¡
Muchas veces pienso en los trenes que me gustaría tomar¡¡¡ y otras también en los trenes a los que me invitaron y que dejé pasar...
Pienso que lo importante es conservar el entusiasmo por viajar¡¡¡ en una, otra o contraria dirección, subirse a trenes o tener ganas de ello¡¡¡ significará que estamos vivos.
Besos
Hola femme: he encontrado esto por internet:
ResponderEliminar"Hoy, Saint Lazare no acoge muchos trenes de grandes líneas, pero tiene gran frecuentación de viajeros, siendo la " gare " de cercanías por excelencia."
http://www.esp.cityvox.fr/visitar_paris/gare-saint-lazare_11959/perfil-lugar
Sí que es bonita. Besos
Hola Pilar: yo también escojo el primer cuadro. :-)
ResponderEliminarEres muy bienvenida a las tertulias en esta terraza.
Totalmente de acuerdo con tu reflexión, sí, las estaciones son una metáfora de la vida.
¿De dónde vendrá esa expresión de "estar como un tren"? La encuentro muy graciosa.
Besos
¿será de los tiempos en que el tren era algo nuevo? más rápido que el caballo... más potente...
ResponderEliminarnuevo (joven), bien pintadito (guapo), rápido (ágil), fuerte y potente...
(es que vengo del blog de Leo y Russell Crowe... jajaja :)
saludos
Jajajaja! Será por eso. Saludos
ResponderEliminarBonita elección de Monet.
ResponderEliminarBesos
:-) Besos
ResponderEliminarOstras, cuantas entradas guapas! Un 10 para el Gardelino de Vivaldi. Ese compositor veneciano del barroco supo retratar la naturaleza mediterraneo como nadie a través de los sonidos. Para mi se hace irresistible! Otro diez para Hopper y Monet... sus cuadros enganchan, piden tiempo. Hay que observar y sentir.
ResponderEliminarHola Araceli: Muchas gracias, me alegro de que te gusten.
ResponderEliminar"sus cuadros enganchan, piden tiempo. Hay que observar y sentir." Me pasa igual que a ti. :-)
No sé que tienen las estaciones que me fascinan, NO ME GUSTAN LOS AEROPUERTO.Contemplar a Monet es entrar en un remanso de paz.
ResponderEliminarPrecioso post.
Te dejo un abrazo
me encantaaa! he tenido oportunidad de ver el primero y el último. El primero este verano, y pasaba muy a menudo por la increíble Gare St. Lazare en París, una de las estaciones con más encanto en las que he estado en toda mi vida. gracias por recordármela con este post!
ResponderEliminarHola Lys: bienvenida. No, los aeropuertos no tienen ese encanto, pero la sensación de idas y venidas, comienzos y finales, caminos que se abren... eso también lo vivo en ellos, aunque a un ritmo más acelerado.
ResponderEliminarMe alegra que te gusten los cuadros. Un abrazo
Hola Atelier: Gracias a ti y bienvenida. Saludos
ResponderEliminar¡Qué melancolía me dan las estaciones de tren! Ahora todo el mundo viaja hablando con sus aparatos, nadie te mira a los ojos, ni te sonríe, ni te cuenta casi nada...
ResponderEliminarMonet me deja sin palabras, sólo flores :-)
Hablando con sus aparatos, jaja! Muy gráfico, Chusa.
ResponderEliminarMonet es grande. Besos
Monet y la pincelada brumosa del óleo: ¿se puede pedir algo más sensual y nítido a la vez?
ResponderEliminarHola Tempero: bienvenido. No, supongo que no se puede pedir más. :-)
ResponderEliminarAps, yo sabía que estaba en una estación que había pintado, creo ... me equivocaba , no es en St Lazare sino en la Gared'Orsay.
ResponderEliminardejo un link:
http://www.visitandoeuropa.com/paris/monumentos/museo-orsay.html
Aahh, claro, no se me ocurrió. Al ver la foto en la página que me has dado he recordado el museo por dentro perfectamente (se me había borrado la imagen). ^_^
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