Este título nombra dos de mis principales intereses, pero hay más: la música, el arte, la psicología, y todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno.
miércoles, 8 de julio de 2009
John Atkinson Grimshaw: Dos cuadros casi idénticos
Luz de luna en Noviembre, de John Atkinson Grimshaw.
Elvira transnochas tanto que todavía estas dormida. Despierta!!
Grimshaw era especialista en pintar paisajes nocturnos y calles húmedas y con niebla. Fué el creador del paisaje nocturno a la luz de la luna. Sus dos hijos, Arthur y Louis, también pintores, imitaron a su padre. A mí me gusta mucho la niebla y las calles con luz de gas, pero no me hubiera gustado vivir como Grimshaw, 57 años en Leeds casi sin ver el sol.
A mí me gusta la variedad, no disfrutaría tanto del sol si fuera cada día. El frío lo llevo peor, soy tan friolera que en invierno parezco una cebolla, de tantas capas de ropa que me pongo, jaja! Cada verano me dicen que he adelgazado, pero es la ropa...
Elvira estás perfecta con capas o sin ellas, gorda o delgada, con ropa o sin ropa -perdón, con poca ropa- friolera o calurosa. Te queremos tal como eres!!
Ahora estoy en el trabajo. Pero juego, por supuesto. Si le añades el adagio Claro de Luna, me lo quedo todo, jajaj Besos y buenos días a todos mis amig@s.
Sí, el otoño invita a interiorizar. A mí sí me da tristeza el Claro de Luna. Prefiero la sonata para violín y piano nº 5 de Beethoven que puse en una entrada antigua. Ésa me chifla. Es melancólica pero no me pone triste.
Me voy que de vez en cuando me pongo mística y no me gusta quitarme las hojas de cebolla y quedarme al viento, jaja. Ya he dejado donde Pili cosas para pensar.
El nombre lo explica, casi idénticos...esta noche descubriré las diferencias qe ahora no me da tiempo.. También me gusta el otoño y los cambios de color en el cielo y en las hojas de lo árboles...en el mastrazgo turolense, son increibles...a ver si encuentro una foto. El invierno un poco menos...paso mucho frío y también me convierto en una cebolla...o una lechuga, sgún el momento. Un besico
como ejemplo de cebolla, hoy he salido de casa con una camiseta de tirantes, otra de manga corta y chaqueta, poco a poco me he quedado en tirantes....asi que disfruta el fresquete....y como dicen.."vaya fresquete, Manolete"
¡Qué bonitos los dos! Yo sí que veo diferencias... El primero es un carruaje de paso, pasa delante de una mansión espléndida iluminada por el cálido hogar, y pasa de largo dejándola de lado como apartándose del lujo y el bienestar, y va hacia el vacío en una noche sin luna. El segundo me gusta más, el carruaje transita simplemente por un camino, la casa es más humilde y sigue siendo cálida, el camino se dirige al pueblo a la gente que lo habita y entre los nublos tenuemente brilla la luna.
Me encantan estos cuadros de Grimshaw, me cuentan historias mágicas, me transmiten. Muchas gracias Elvira por mostrarlos.
Ni lo sé ni quiero saberlo. Sólo se que es genial. El resto qué más da...
ResponderEliminarElvira transnochas tanto que todavía estas dormida. Despierta!!
ResponderEliminarGrimshaw era especialista en pintar paisajes nocturnos y calles húmedas y con niebla.
Fué el creador del paisaje nocturno a la luz de la luna. Sus dos hijos, Arthur y Louis, también pintores, imitaron a su padre.
A mí me gusta mucho la niebla y las calles con luz de gas, pero no me hubiera gustado vivir como Grimshaw, 57 años en Leeds casi sin ver el sol.
besos
Hola Justyna: ya sé que da igual, pero me gusta jugar. :-)
ResponderEliminarAcabo de despertarme, sí, me dormí muy tarde...
ResponderEliminarEs verdad, he recopilado muchos cuadros nocturnos de él. ¡Qué contraste con nuestro Sorolla! Pero me gustan los dos.
Yo también prefiero la luz del Mediterráneo que vivir en Leeds.
Besos
Me parecen preciosos los dos. Y es como un juego de buscar las diferencias :)
ResponderEliminarOhhhhhhhh...me encantan.
ResponderEliminarYo soy más de lluvia, frio, noche y viento.
Son preciosos. A ver si alguien se apunta al juego. :-)
ResponderEliminarA mí me gusta la variedad, no disfrutaría tanto del sol si fuera cada día. El frío lo llevo peor, soy tan friolera que en invierno parezco una cebolla, de tantas capas de ropa que me pongo, jaja! Cada verano me dicen que he adelgazado, pero es la ropa...
ResponderEliminarElvira estás perfecta con capas o sin ellas, gorda o delgada, con ropa o sin ropa -perdón, con poca ropa- friolera o calurosa.
ResponderEliminarTe queremos tal como eres!!
besos
Jajaja! Mejor que hayas puntualizado. Besos
ResponderEliminarAhora estoy en el trabajo.
ResponderEliminarPero juego, por supuesto.
Si le añades el adagio Claro de Luna, me lo quedo todo, jajaj
Besos y buenos días a todos mis amig@s.
¡Qué triste y bello es Claro de Luna!
ResponderEliminarBuenos días y besos!
Nunca lo siento triste.
ResponderEliminarEs emotivo y cálido. El otoño, es - para mí, claro - un tiempo de interior que me gusta.
Besos
Sí, el otoño invita a interiorizar. A mí sí me da tristeza el Claro de Luna. Prefiero la sonata para violín y piano nº 5 de Beethoven que puse en una entrada antigua. Ésa me chifla. Es melancólica pero no me pone triste.
ResponderEliminarBesos
Desde el 26 de noviembre de 1969, el otoño es mi estación preferida.
ResponderEliminarNo había caído en lo del tiempo interior, me gusta.
Elvira, si tienes alguno con luz diurna, me gustaría ver la diferencia.
besos
De vez en cuando hay que darse un paseo por el interior...creo.
ResponderEliminarMe alegra que te guste.
Beso
Sí que tengo algunos cuadros con luz de día, ya caerán un día de estos.
ResponderEliminarBesos a los dos
Me voy que de vez en cuando me pongo mística y no me gusta quitarme las hojas de cebolla y quedarme al viento, jaja.
ResponderEliminarYa he dejado donde Pili cosas para pensar.
¡Hasta luego!
ResponderEliminarEl nombre lo explica, casi idénticos...esta noche descubriré las diferencias qe ahora no me da tiempo..
ResponderEliminarTambién me gusta el otoño y los cambios de color en el cielo y en las hojas de lo árboles...en el mastrazgo turolense, son increibles...a ver si encuentro una foto.
El invierno un poco menos...paso mucho frío y también me convierto en una cebolla...o una lechuga, sgún el momento.
Un besico
Los colores de las hojas en otoño son una preciosidad, me entusiasman. A ver si este otoño puedo hacer buenas fotos.
ResponderEliminarOtro besico (hoy hace fresquete y me he puesto un jersey, jajaja!)
como ejemplo de cebolla, hoy he salido de casa con una camiseta de tirantes, otra de manga corta y chaqueta, poco a poco me he quedado en tirantes....asi que disfruta el fresquete....y como dicen.."vaya fresquete, Manolete"
ResponderEliminarNo conocía esa expresión, jaja! Sí, apetecía que bajase la temperatura, se agradece.
ResponderEliminarSon los dos maravillosos.
ResponderEliminarBesos.
Sí. :-) Besos
ResponderEliminar¡Qué bonitos los dos!
ResponderEliminarYo sí que veo diferencias...
El primero es un carruaje de paso, pasa delante de una mansión espléndida iluminada por el cálido hogar, y pasa de largo dejándola de lado como apartándose del lujo y el bienestar, y va hacia el vacío en una noche sin luna.
El segundo me gusta más, el carruaje transita simplemente por un camino, la casa es más humilde y sigue siendo cálida, el camino se dirige al pueblo a la gente que lo habita y entre los nublos tenuemente brilla la luna.
Me encantan estos cuadros de Grimshaw, me cuentan historias mágicas, me transmiten.
Muchas gracias Elvira por mostrarlos.
Y a mí me encantan las historias que te sugieren, Montse. Fantástico. Has mejorado la entrada con ellas. Gracias y besos
ResponderEliminarMe recuerda a oliver Twist.
ResponderEliminarbesos
Esto de las mansiones medio oscuras y misteriosas es muy Británico. Besos
ResponderEliminarUno es de ida, y el otro es de vuelta, un saludo!
ResponderEliminar¿En serio? Jaja! No lo sé apreciar. Saludos
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