-Las mujeres han atendido durante mucho tiempo los jardines de los demás. Mientras que ofrecían el contexto para el desarrollo de los demás, históricamente han descuidado el suyo. Emily Hancock
-Las mujeres siempre han sabido cuidar, pero creo que de un tiempo a esta parte hay una novedad: ahora saben cuidar de sí mismas y lo hacen. Rosa Carcas
-La sociedad te chupa todo lo que puede; si el amor, la amistad o el trabajo te dejan sin energía, es que algo no funciona. Las mujeres somos demasiado pasionales y románticas y nos abandonamos a nosotras mismas por otros. Hay que hacer regir la cabeza, sólo con el corazón no es suficiente. Joaquima Alemany
Es curioso, Elvira, leo estas frases y me sugieren una cosa y su contrario, te lo voy a contar:
ResponderEliminarA la vez que sé que es verdad que a las mujeres históricamente se le ha adjudicado la obligación del cuidado de cualquier miembro de la familia que lo necesitase, olvidándose de sus propias necesidades, se me encienden estas preguntas:
¿Quién les adjudicó ese papel?
¿Han descuidado su jardín?
Y pienso en muchas mujeres que conozco que todavía se valoran a si mismas por lo bien que planchan, o lo bien que cocinan y lo mal que lo hacen sus maridos, o lo sacrificadas que son con el insensible botarate que tienen a su lado y pienso que quizás cuiden más su jardín de lo que nos cuentan y se cuentan, y de un modo tan perverso que siguen convenciendo al mundo, y a ellas mismas, que la palabra "sacrificio" significa algo así como: "Todo lo que hago a mi manera y cuando yo quiero es por amor a los demás, que sufridita que soy.”
La segunda frase me hace exclamar ¡Ojalá sea cierto!
Y con la tercera me ocurre lo mismo que con la primera, y ese “Las mujeres somos demasiado pasionales y románticas y nos abandonamos a nosotras mismas por otros.” A mi no me cuadra del todo… no sé si es cierto el abandono por los demás o si es una perversa manera de construirse y “venderse” para que las quieran por su capacidad de “sacrificio y amor”.
Para mi la pasionalidad y el románticismo no conllevan irremediablemente al abandono de uno mismo. Creo que las mujeres que presumen de abandonarse por los demás …presumen precisamente de lo que no hacen. Y que confunden romanticismo y pasión con dependencia y necesidad.
Y muchas veces es una cosa mucho más cerebral (premeditada y trabajada durante largos años) que pasional.
¿Te das cuenta como estoy esta mañana? Jajajaja es que acabo de hablar con un amigo que tiene unos problemas terribles con una de estas mujeres tan pasionales y sacrificadas que todo lo hacen por los demáss...:-)
"Todo lo que hago a mi manera y cuando yo quiero es por amor a los demás, que sufridita que soy."
ResponderEliminarJajaja! Ya lo creo, haberlas, haylas!
La segunda frase: cada vez hay más casos, que cunda el ejemplo.
Yo creo que históricamente no ha estado bien visto que una mujer siguiera sus inclinaciones y su propio camino, dejando que los demás cuidaran de sí mismos. Y entonces, como parecía que no había escapatoria, algunas se buscaban maneras perversas de salirse con la suya dentro de lo que había. Eso está clarísimo. Pero lo que sí creo que está cambiando es ese sentimiento de culpabilidad que tenían tantas mujeres cuando hacían algo que era importante para ellas, no para sus familiares o su entorno. El hecho de legitimar el propio camino y la capacidad de elegir, en vez de tener un patrón de vida prefijado. Eso es relativamente nuevo para las mujeres, en términos generales.
Besos, Chusa!
Sra. de Zafón....A sus pies.
ResponderEliminarNi un punto más, ni una coma de menos.
Pienso exactamente igual.
Besos a las dos
Estoy también con la Sra de Zafón, y con.. "Y que confunden romanticismo y pasión con dependencia y necesidad."
ResponderEliminarSomos mujeres y orgullosas de serlo. Besico a las tres
Besos a las tres
ResponderEliminarPues yo creo que hay de todo. Pero está claro que, históricamente, un porcentaje mayoritario de mujeres han sacrificado sus ilusiones para abastecer las necesidades de aquellos que las rodeaban.
ResponderEliminarLas dos primeras citas me parecen muy acertadas, y la tercera es quizás la más excesivamente "benévola" hacia el género femenino.
Ahora todas podemos ser libres y hacer con nuestra vida lo que queramos, y esto nos lleva en muchos casos a pensar que si nuestras ancestras no lo hicieron fue porque no quisieron, porque les "convenía" adaptarse a ese rol.
Pero no lo tuvieron tan fácil. La educación que recibían desde pequeñas ya las programaba para servir a otros. La religión las asfixió. Y la sociedad patriarcal se cuidó mucho de que no sacaran los pies del tiesto.
Mujeres que se han salido del rebaño las ha habido siempre. Y la prueba de su singularidad es que se ha escrito sobre ellas, se ha puesto su nombre a calles y plazas, tenían un comportamiento inusual para lo que se esperaba de una mujer, y muchas pagaron con el rechazo hasta de sus propias familias.
En la actualidad, todavía se respira esa figura no elegida de mujer dedicada a los demás en los pueblos y ciudades pequeñas. En las ciudades la mentalidad ha cambiado mucho, e incluso así aún quedan obstáculos por salvar.
Por poner un ejemplo, hoy en día, todavía está mal visto que una mujer abandone a su familia temporalmente por una oportunidad profesional en otro país, algo que, tratándose de un hombre, sería recibido con felicitaciones y palmaditas en la espalda.
Por supuesto que también se da el rol de la que vende "sacrificio" mientras una cohorte de jardineros le cuidan el jardín. Tienen tanto arte que incluso consiguen que le den las gracias por dejar que se lo cuiden. (Yo conozco alguna. Ya me gustaría que me diesen alguna clase :D)
Pero no creo que esa haya sido la tónica dominante. Prueba de ello es que nunca nadie escribió ninguna cita hablando del rol sacrificado y desprendido de los hombres.
Besos.
Suscribo todo lo que dices, Io. Chapeau! A mí también me gustan más las dos primeras citas que la tercera.
ResponderEliminarBesos
Si hiciéramos un estudio detallado de cuales fueron los orígenes del jardín y su motivación hasta la actualidad;esas casitas masificadas y adosadas con jardinillos,todos iguales,con sus barbacoas y piscinas solitarias,con sus enanitos de piedra,con sus tortuguitas y lagartijas petrificadas,quizá de espanto,con sus caminillos bien perfilados de losa que conduce hacia una pared blanca,ese cesped que trae de cabeza a quien no la tiene,esos columpios vacíos y mecidos por la brisa de otoño.Soy un observador y coleccionista de detalles que veo.Casi nunca juegan niños,porque son matrimonios sin hijos,y,quien los tiene,no les dejan jugar,porque el jardincillo debe estar siempre petrificado,impune,para la vista de los vecinos.
ResponderEliminar¿Te has puesto a pensar alguna vez,mi querida Elvira,sobre esto?¿Has observado a la nueva clase obrera con esas casas adosadas,interminablemente repetidas en un domingo por la mañana?
Ay,el sentido del jardín creo que se ha alejado de lo que yo opino sobre lo que debe ser cuidar un jardín.
Besos y un fuerte abrazo.
Me gusta que te hayas ido al sentido literal del título, Francisco. Esos jardines recortaditos, con enanos y cursiladas, donde ni los niños ni los perros pueden jugar o correr, son espantosos. Ay, ¿cuál era el título de aquella película inglesa genial donde unos obreros en paro se ponen a hacer strip-tease para ganar un dinerillo? Allí también salían aquellos enanos condenados. Tengo esa película en la punta de la lengua...
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo
The Full Monty!
ResponderEliminarFull Monty
ResponderEliminarbesos
besos correcaminos
ResponderEliminarBuenos días, Fandestéphane. Y gracias! Besos
ResponderEliminarBip, bip! :-)
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