El principio
¿Ves aquellos bosques oscuros
que suben por la ladera
junto al camino blanco? Yo
provengo de allí,
aunque ya lo he olvidado.
¿Hueles la intensa fragancia
del campo mojado? ¿puedes oír
la canción del viento frío
entre las ramas donde se pudren
el tiempo y los nidos?
Yo he frotado mi espalda
contra esos viejos troncos,
he dormido sin miedo
junto al río.
¿Te importa que aparque ahí,
en la cuneta? Pero
dame la mano,
todo está olvidado.
Dame bien fuerte la mano
y no me sueltes, ¿me oyes?
no me sueltes, cariño,
¿no escuchas cómo me llaman?
Ed. PRAMES - Las Tres Sorores.
Muchas gracias, Elvira. ¿Sabes que viví cerca de diez años en Bañolas, relativamente cerca del hayedo de tu fotografía? Es un sitio mágico, bellísimo.
ResponderEliminarEse sendero y bosque podría ser el bosque de mi juventud (entre 8 y 18) en el centro de la Holanda. La región se llama "de Veluwe" y relativamente cerca de mi pueblo se encuentra un museo con cuadros de Vincent van Gogh.
ResponderEliminarLeyendo el poema tenía que pensar a un momento dramático en mi juventud, cuando tenía 7 años.
un beso
Gracias a ti por escribir tan bien.
ResponderEliminarAh, pues entonces ha sido muy acertada la elección de la foto. Sí, es un lugar maravilloso, mágico.
De niña fui varias veces a Bañolas porque unos amigos veraneaban al borde del lago, pero hace muchísimo tiempo que no he estado allí. Tengo ganas de volver.
¿El bosque de tu juventud también es un hayedo, Giovanni? Son preciosos.
ResponderEliminarVeo que te ha traído recuerdos dolorosos, lo siento.
Un beso
PD: Haya = Beech
No te preocupes, los recuerdos dolorosos no me hacen mal... Al contrario, son recuerdos que forman parte de mi vida alegre, aunque suena un poco raro. Es porque he escrito sobre esos recuerdos.
ResponderEliminarMejor. :-)
ResponderEliminarHermoso lugar para perderse una tarde y dar un paseo.
ResponderEliminarLos versos también se pierden en el tiempo.
Un abrazo.
Hermosísimo el hayedo y el poema. Un abrazo
ResponderEliminarEl caminant, quan entra en aquest lloc, comença a caminr-hi a poc a poc.
ResponderEliminarJoan Maragall
Yo cuando he pasado por estos caminos no he andado, jaja, he subido en tartana.
Besos
Todo el poema es precioso, pero este trozo es un regalo hermosísimo.
ResponderEliminar"¿puedes oír
la canción del viento frío
entre las ramas donde se pudren
el tiempo y los nidos?"
¡Que belleza!
Gracias, Elvira y una ovación para el autor.
Buenas noches.
Es verdad que había unas tartanas. Yo sí que caminé, y muy a gusto. Besos
ResponderEliminarUna ovación, sí. Buenas noches, Chusa.
ResponderEliminarLa foto es preciosa y sugerente.
ResponderEliminarBuena semana, Elvira.
Besos.
Me alegro de que te guste, Leo. ¡Buena semana! Besos
ResponderEliminarYo he frotado mi espalda
ResponderEliminarcontra esos viejos troncos,
he dormido sin miedo
junto al río.
Es el que más me gusta y la foto del hayedo es preciosa.
Besos
A mí también me encanta ese trozo.
ResponderEliminarGracias por la parte que me toca (foto). Besos