domingo, 1 de marzo de 2009

Cenicienta



Ilustraciones de Gustave Doré (1897)

"La historia deja bien sentado que la heroína nunca hubiera llegado a ser la esposa del príncipe si primero no se la hubiera humillado y convertido en una "Cenicienta". El relato preconiza que, para conseguir una identidad personal completa y la autorrealización a un nivel superior, se necesitan ambos tipos de progenitores: los padres buenos de los primeros años y, más tarde, los "padrastros" que parecen imponer exigencias "crueles" e "inhumanas". Estos personajes antagónicos son los que dan pie a la historia de "Cenicienta". Si la madre buena no se convirtiera durante algún tiempo en la perversa madrastra, no nos veríamos obligados a desarrollar una identidad separada, ni a descubrir la diferencia entre el bien y el mal ni a actuar con iniciativa y autodeterminación. De ello son testimonio las hermanastras, para las que la madrastra sigue siendo la madre buena a lo largo de toda la historia, y no consiguen evolucionar en ningún sentido; son tan sólo un caparazón sin contenido. Cuando las hermanastras no consiguen introducir su pie en la zapatilla, es la madre quien les sugiere lo que han de hacer, pues ellas no actúan por sí solas. Este hecho se acentúa al final de la historia, cuando las palomas les arrancan los ojos, dejándolas ciegas -es decir, insensibles- para el resto de sus vidas; símbolo, pero también consecuencia lógica, de haber fracasado en el desarrollo de su personalidad." (Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas, de Bruno Bettelheim, Ed. Crítica, Grijalbo Mondadori, 1997, p. 282)

Hay muchas posibles lecturas de los cuentos de hadas, y demasiado a menudo este cuento se ha interpretado de la manera siguiente: que sólo las niñas dóciles y obedientes reciben premio al final, y que por muy mal que se las esté tratando deben seguir aguantando. En este sentido prefiero el cuento del patito feo, pues en él se premia al protagonista por buscar su lugar en el mundo y a sus verdaderos parientes. Se premia la búsqueda personal, no la sumisión.

13 comentarios:

  1. Comenzar el día con Doré,Bettelheim,un cuento de hadas y Elvira;no se puede pedir más.

    PD:
    Gracias por la corrección ortográfica,mi querida amiga.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti por tus estupendas entradas y generosos comentarios, querido amigo.

    Besos y un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  3. Creo que Cenicienta es una de las personalidades que más se han dado a lo largo de la historia. Es muy frecuente que en el núcleo familiar exista una mujer que por su bondad y capacidad resolutiva concentre las demandas de los demás, sin que los demás lleguen a percatarse (o quizá no interesa) de las necesidades afectivas de esa mujer.

    Lo malo es que al final no hay "príncipe", hay Cenicienta para toda la vida - trasladando ese rol a su nuevo núcleo familiar - o portazo y ahí os quedáis - menos frecuente -.

    Menos mal que al menos los animales la comprendían y amaban :D

    Mil besos domingueros!!!

    ResponderEliminar
  4. Hola Io:

    Tienes toda la razón. La persona que hace el papel de Cenicienta debe tener dos requisitos, ser buenaza y útil. Dos cualidades muy codiciadas por personas digamos más egoistonas y menos resolutivas. Pero esa capacidad de resolver cosas también la debe utilizar en su propio y legítimo bienestar.

    Mil besos y buen domingo!!!

    ResponderEliminar
  5. A mi lo que más me gusta de la Cenicienta es el Hada Madrina. ¿ No sería genial que de verdad existieran?. Ala camula, pentecatula..piquitipaquitipu!!!...en fin, también me gusta este cuento.

    Sobre cuentos y no tan sedudo como tus reflexiones pero divertido son los " Cuentos políticamente correctos" de James Finn Garner en los que la Bella durmiente es una " joven de belleza superior a la media"...jajajajaja...Te reirás.

    ResponderEliminar
  6. Sí, eso de las hadas madrinas hay que instaurarlo, o buscarse figuras lo más parecidas posible.

    Pues voy a curiosear esos cuentos, suenan prometedores.

    Entre lo de "blog serio" que me dijiste el otro día, y "reflexiones sesudas", como dices hoy... voy a pensar que esto es un tocho!! Espero que no. :-)

    ResponderEliminar
  7. POr supuesto que no es un tocho!!!!...:)

    ResponderEliminar
  8. Me gustan mucho las interpretaciones de los cuentos de hadas que aportas en el blog, Elvira. Difieren en algo en las que solemos conocer, pero sin embargo creo que se ajustan más a la realidad del mensaje que subyace ( y que NO siempre se entiende)
    Son muy interesantes, porque les das siempre una lectura de crecimiento y búsqueda personal. No siempre me he encontrado ese tipo de "lectura", a menudo bordea más conceptos como "la búsqueda del alma" " la imagen gemela" la idealización de uno mismo u el otro... Pero la uya se acerca más a la " arena " de lo que ES en realidad, según yo lo veo, claro.

    Me gusta!!!!!!!!

    UN BESO ^_^

    ResponderEliminar
  9. JAJAJJAAJ, AHORA ESTABA LEYENDO EL COMENTARIO DE MOLINOS

    me apunto a buscar el libro!!!

    Y nooooooooooooooooooooooooooooooo, no es un tocho estoooooooo. ¿Crees que si lo fuera te lo diría, y te cantaría el "Ala camula" ?????, ajjajaja, qué genial!!!!!!, me hizo reir ( esa escena era lo mejor de la peli de Disney , ¡a que sí!)

    ResponderEliminar
  10. Gracias, femme, me ha interesado tu comentario. Es que si buscamos algo tan ideal, nos acabamos pegando de bruces contra la piedra más cercana. Yo creo en las relaciones con alma, que diría Thomas Moore, y con cuerpo también, y no me estoy refiriendo sólo a la sexualidad sino a "relaciones de carne y hueso". Cuando queremos encontrar príncipes perfectos, seguro que damos con ranas, porque las personas de carne y hueso que valen la pena se muestran como tales, no engañan, no van de perfectos.

    Mira lo que me has hecho pensar. :-)

    Sí, esa escena era muy graciosa. Besos ^_^

    ResponderEliminar
  11. Tomo nota del título del libro, y además que es verdad que acabo de apuntarlo ahora mismo en una libreta; me parece interesantísimo. Y creo que a mi hermana, apasionada de los cuentos, también le debe entusiasmar. Muchas gracias, Elvira, por haberme dado la idea para un regalo, un fantástico regalo.

    Yo que siempre ando tan perdido en estos menesteres... me viene de perlas! ;-)

    Un abrazo y hasta pronto.

    ResponderEliminar
  12. Ah, ¡qué bien! ¡Ojalá le interese!

    Un abrazo, Kine

    ResponderEliminar