martes, 20 de enero de 2009

Hipnos

Hipnos: copia romana en bronce de un original griego del siglo IV a.C.
Museo Británico, Londres

13 comentarios:

  1. Buenos días, Elvira
    Hipnos alado y rodeado de amapolas es la imagen que yo tengo de este dios, pero no recuerdo de dónde la saqué.
    A mi Hipnos me posee profundamente y yo me dejo llevar con gran placer, el problema es cuando no es la luz la que me saca de sus brazos si no el despertador, como ocurre durante todo el invierno.
    Me cuesta mucho dejar sus cálidos abrazos sin transición ni despedidas, suelo buscar el calor de la ducha para animarme a abandonarlo, pero aún así me cuesta un montón.
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Buenos días, Chusa: en wikipedia dice que "Su palacio era una cueva oscura donde el sol nunca brillaba. A su entrada crecían amapolas y otras plantas hipnóticas.." La adormidera (de donde se obtiene el opio y la papaverina) es una clase de amapola. La que encuentro por aquí es de un rosa violáceo con el centro entre granate oscuro y púrpura. Muy bonita. Y la clásica amapola roja es preciosa.

    Dormir bien y despertarse cuando lo pide el cuerpo es una verdadera delicia. El despertador es un incordio, realmente. Yo me tendré que hacer amiga de Hipnos, a ver si duermo mejor. :-) Besos

    ResponderEliminar
  3. Calentito en la cama, abrazado por mantas, esperanza de nuevo dia, luz colándose por la ventana, pájaros cantando y desayuno con cola cao y tostadas esperando.

    Ummmm

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué despertar tan agradable, Juan! Y para mí una infusión de hierbabuena y manzanilla con miel... Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Juan: mi contador de ciudades (me divierte mirarlo) a veces no registra las visitas, no entiendo. Ahora mismo me acabas de dejar un comentario y no sale Sevilla; Io acaba de dejarme otro comentario y no sale Estepona!!! Jajaja, es imperfecto.

    ResponderEliminar
  6. Hipnos, a quien se honra especialmente los domingos y festivos(Sobre todo en invierno).

    Qué sueño me esta entrando...

    Mil besos!

    ResponderEliminar
  7. Es por el filtro que tengo en el trabajo.

    Aunque, es posible que en realidad, te esté escribiendo desde Marte, con el cola cao incluído, por supuesto. jejejeje

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Io: no te duermas ahora, chiquilla!!

    Juan: dicen que los hombres sois de Marte, jaja! Lo que no me imagino es el cola cao allí arriba.

    Un abrazo a los dos.

    ResponderEliminar
  9. Pues para daros no sé si envidia o compasión, os informo que mi momento de máxima intensidad intelectual (no he dicho alta, sólo máxima) es en el momento de despertarme, naturalmente sin despertador, en esto los dioses me han sido propicios.

    He llegado a poner una libreta y un lápiz junto al lecho pues en ese momento recuerdo todas las llamadas y tareas que debo hacer que, tras esos momentos, van diluyéndose porque aparecen nuevos estímulos.

    Lo siento. Mi realidad es ésta, para bien o para mal.

    Pero mi relación con Hipnos se refuerza cada mediodía con una esplendorosa siesta.

    ResponderEliminar
  10. Hola Juanjo: Los buenos madrugadores como tú muchas veces compensáis con una siesta. A mí me sienta fatal dormir después de comer.

    ResponderEliminar
  11. Pues prueba a comer después de dormir. Lo primero es lo primero.

    ¿No duermes antes de desayunar? Pues lo mismo, es sólo una cuestión semántica.

    ResponderEliminar
  12. Jaja! No me líes, Juanjo, que estoy un poco espesa. :-)

    ResponderEliminar