jueves, 14 de mayo de 2009

Desayuno al aire libre

Desayuno al aire libre (1910), Carl Larsson (1853-1919)

10 comentarios:

Io dijo...

Qué extraño. La obra es preciosa, pero noto cierta diferencia con las escenas de interiores.

Si no fuese por el niño de la camisa azul, que es absolutamente Larsson, no me hubiese parecido suyo.

No me importaría compartir ese desayuno...

Un besazo!

Elvira dijo...

¿Quizás hay un punto más melancólico que en otras obras? Besos

Cristina dijo...

Ay... Larsson :)

Elvira dijo...

Me gusta dosificarlo para paladearlo mejor. Es un gustazo. Tiene muchas fans entre las visitantes de este blog, ¡me hace gracia!

Sra de Zafón dijo...

¡Qué melancólica la mujer vestida de blanco apoyada en el árbol! pero a la vez me restulta alegre, como el resto de la composición, puede que simplemente esté evocando, enamorada, el beso que le dio su chico antes de irse al trabajo.

Si tú no lo dices no lo identificaría con Larsson.

Besos de buenas tardes :-)

Elvira dijo...

Es bonita esa interpretación, Chusa. También podría estar imaginando el beso esperado, jaja! ¡Cómo vuela la imaginación!

Besos!!

Io dijo...

Elvi, mira qué entrada más buena...

http://carpediemdeando.blogspot.es/1242308220/compartiendo-con-vosotros-/

Un beso.

Elvira dijo...

Hola Io: me ha costado mucho poder abrirlo porque tengo la conexión un poco rara hoy, y la historia la he tenido que leer en el Washington post porque no se me abría el enlace. No me extraña nada el resultado de este experimento. He escuchado el violín de Joshua Bell y me ha gustado mucho.

Gracias y besos

Montse dijo...

Es una estampa muy bella. Un picnic bajo los chopos, todo el mundo atareado, menos el niño que observa y la joven, justo las dos figuras que destacan.
Yo creo que ella sueña con el príncipe azul!

Elvira dijo...

Jaja! Muy posible. Eso del príncipe azul no conviene nada pensarlo. Mejores son los amores reales.